La llegada de José Reyna a la Asociación de Pádel Adaptado (Aspado) como voluntario en Cádiz fue gracias a la búsqueda de un deporte con en el que su hermano con discapacidad pudiese disfrutar.

Desde hace unos años, este joven voluntario que apenas tiene 16 años explica que en cada sesión hacen «ejercicio para que vayan calentando. Practicamos los golpes básicos para que cuando jueguen un partido sepan darle».

Sin duda, la perseverancia y las ganas hacen que cada día los chicos y chicas a los que les da clase «avanzan bien, avanzan rápido», señala Reyna. Uno de los casos más recientes, explica es el de Luis, que «llego hace medio año o un año y ya juega bastante bien y ellos igual. Juegan bastante bien».

En ASPADO se juega pádel adaptado y hay diferentes categorías y niveles. El voluntario destaca que «la principal diferencia es que en algunos niveles hay un monitor en medio de los partidos de pádel. Ya en un nivel más avanzado no hay monitores. Se pueden dar dos botes a la pelota. Los monitores pueden ayudar, pero darle golpes a la pelota con la pala y pasar la red prácticamente lo hacen ellos».

En cuanto a su labor como voluntario en ASPADO, José Reyna disfruta porque le «gusta el padel» y además ayuda a las personas. «Es una forma más de ver la vida y no estar pensando solo en ti mismo. Ayudar a las personas y mirar la vida desde otro punto de vista», concluye.

Recientemente ASPADO ha celebrado en San Fernando el IV Torneo Internacional de pádel adaptado con presencia de equipos de Córdoba o Madrid. Destaca de esta Asociación la labor que hace por la integración de estas personas en este deporte. Durante el fin de semana, los asistentes también celebraron actividades de ocio y convivencia, incluyendo una visita a El Juan Sebastián de Elcano.