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Eva Garrido: «Entré con las expectativas altas y ha sido aún mejor de lo que esperaba»

La joven gaditana explica qué es el surf terapéutico y cómo es su día a día colaborando con la asociación gaditana

La gaditana Eva Garrido es rotunda cuando se le pregunta por su experiencia como voluntaria en la asociación Solosurf: “Lo recomiendo totalmente porque es algo que no se conoce y es súper gratificante”.

La joven veinteañera es voluntaria en piscina pero en esta ocasión participa en una actividad de surf teraupéutico que han organizado Asperger-Cádiz y SoloSurf  en la playa de Cortadura de la capital gaditana.

La jornada ha comenzado temprano para poder recibir a las familias y los niños a partir de las diez de la mañana. Durante casi cuatro horas estarán en la playa dando lo mejor de sí mismos, colaborando y disfrutando con niños y adolescentes.  Mediante el surf y el juego trabajan la percepción del cuerpo y del entorno y potencian sus habilidades comunicativas y su autonomía personal mientras viven una experiencia intensa y única al aire libre, en contacto con el mar y el medio natural.

Eva, que acaba de culminar el grado de Psicología, empezó a colaborar con la asociación en el último curso de carrera. Reconoce que le llamaba la atención porque era algo nuevo,  "algo que no se suele ver y más,  porque se trata con personas con autismo que no es algo habitual”. “Quise probarlo y ver cómo trabajaban en SoloSurf para conocer la metodología de primera mano;  he descubierto que es súper gratificante y experiencia ha sido maravillosa. Por eso, me he quedado de voluntaria".

Reconoce que empezó “sin tener ni idea de autismo” y que se fue soltando poco a poco: “me explicaron cómo hablarles dando indicaciones directas y anticipándoles las situaciones y me adapté muy bien. Es algo que te hace abrir la mente muchísimo y te la cambia por completo

Un trabajo controlado y supervisado

La gaditana desgrana los pormenores de la actividad que hoy realizan en la playa. Su carácter,  risueño y calmado, no impiden que esté alerta y pendiente de cada detalle del entorno para facilitar el trabajo de sus compañeros. Son un equipo.

Las actividades que organiza SoloSurf están muy controladas porque los participantes están con sus monitores y los voluntarios. “Empezamos con la preparación de la sesión:  recogemos a los usuarios, los cambiamos de ropa, les explicamos en qué consiste, calentamos y realizamos el trabajo en tierra usando material como las tablas de paddle surf, 'Bosu up', aro y 'fitball'. Después de eso, ya se pasa al agua”. Todo se realiza respetando los tiempos de los usuarios porque “ hay algunos que no lo han hecho nunca” y es necesario que "se habitúen y pierdan el miedo".  Así que  "se les demuestra que no pasa nada y que si pasa algo, se le ayuda y ya está”, indica Eva.

Hay que perder el miedo”, porque hay un equipo de profesionales que está pendiente de las contigencias y coordina toda la actividad para que sea segura y cumpla con todas las medidas sanitarias anticovid.

“Yo recomiendo totalmente que la gente venga a SoloSurf. Es algo que hay que vivirlo porque si te lo cuentan, puedes pensar que está guay, pero cuando lo vives, es mejor todavía. Yo entré con las expectativas altas pero cuando llegué aquí, vi que era mejor de lo que yo me esperaba”, sentencia.

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