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“El futuro de estos niños está en la educación”

Ignacio Arévalo, voluntario de la Asociación Juniors de Cádiz

Ignacio Arévalo es voluntario de la Asociación Juniors de Cádiz, a través de su relación con la Fundación La Caixa. Gaditano de condición, durante muchos años partió por motivos académicos y laborales, si bien ha terminado regresando a su tierra, encontrando una realidad que le emociona, le apasiona y en parte le preocupa. O le ocupa, más bien. Porque Ignacio es de aquellas personas dispuestas a echar una mano donde le demanden, ya sea en el hospital para diseñar la planta de Oncología Infantil o en esta organización para ayudar con los estudios a niños y adolescentes.

Empleado de banca privada, su primer acercamiento con Juniors fue con motivo de un proyecto de la Fundación La Caixa con sus clientes: el árbol de los sueños. "Vine un día para la entrega de sus regalos y luego ya me capturó este trabajo", recuerda. "Todas las semanas, todos los días, ayudamos a los niños y niñas que vienen para hacer sus tareas y vemos la evolución en el colegio. Pronto ves esas dificultades que tienen en casa, de que no disponen de mucho sitio para hacer la tarea. No tienen ese hábito de estudio, y por eso aquí intentamos apoyarles en este apartado".

"En Juniors llevan muchos años de labor social. En estos dos años con ellos ya lo vas conociendo a todos y sí se nota ese trabajo, ese refuerzo", reflexiona. "Van cogiendo sus hábitos y somos como sus segundos profesores. Se percibe cómo evolucionan. De hecho, hay algunos que ves que que tienen hasta un recorrido en sus notas y, cuando ellos son capaces de tener notas muy altas o de llegar a incluso a matricularse o acabar las carreras, pues es una satisfacción para todos. Para mí es un orgullo".

Es padre de familia, con tres hijos, pero al llegar adquirió el compromiso de venir al menos un día a la semana "y se lo recomiendo a todo el mundo. Es importante que la Asociación Juniors pueda conocerse en todo Cádiz, y este voluntariado lo puede hacer directamente cualquier persona".

Por supuesto, entre los estudiantes hay niños más aplicados que otros, y quienes tienen más dificultades. Diferencia entre dos grandes grupos: por un lado, los chicos y chicas de 9 a 11 años, "que se pueden manejar un poco más fácil. Con ellos, la labor de educación es mucho más sencilla a nivel de enseñanza". Y luego, el grupo de adolescentes. "Se hace una ayuda no solo en  las clases, sino también apoyo en sus vidas, que son complicadas y me gusta darles siempre unos consejos. También hacemos un tutorización. Alrededor tienen muchas tentaciones y yo siempre intento hacer una educación global, como por ejemplo ahora combatir el tema de los móviles o las redes sociales".

"Es necesario que los niños tengan esa conciencia de que deber tener una formación porque el futuro está en esa educación. Hay muchos niños que aquí no tienen esa cultura de salir de Cádiz, o no ven otras miras. Creo que es fundamental que vean que lo importante es formarse, que tengan una capacidad de estudiar de aprender para luego ser ellos capaces por sí mismos de tener una vida con más oportunidades", entiende Ignacio

Cuenta con muchas motivaciones para ir cada lunes a Juniors Cádiz. "La principal es ver a estos niños. Y la necesidad que tienen de que se les ayude con sus tareas, y eso ves que hay esa necesidad. Esta asociación hace mucho por Cádiz y por este barrio y ya es un referente de muchos años".

Reconoce que, como en todos los colectivos, hacen falta voluntarios. "Animo a todo el mundo a que venga, que se dé una oportunidad. Vemos el voluntariado como algo lejano, por eso recomiendo que lo practiquen porque  yo estoy convencido de que van a repetir".

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