Ébola y Alvia
Actualizado: GuardarEstos días estamos conociendo a través de la prensa cómo nuestros responsables de sanidad echan balones fuera, cargando las culpas del contagio de ébola a la auxiliar de enfermería, sin pararse a pensar que los protocolos de seguridad pudieron ser incorrectos e insuficientes. Qué puede uno esperar de una ministra que no se entera de que en su garaje hay dos coches de superlujo, ni de quién pagaba los viajes a Disneyland. Lamentable el aspecto que dio en su primera comparecencia en televisión, inquiriendo con la mirada a sus colaboradores para que ellos dieran explicaciones de tan grave asunto. Daba la sensación que de un momento a otro rompería a llorar. Tampoco son moco de pavo las declaraciones del consejero de Sanidad de Madrid, culpando a la auxiliar del contagio sufrido. Algo parecido sucedió con el maquinista del Alvia. Todos estos fallos son responsabilidad de los que manejan las instituciones y el país, porque en su mano está el poder de decisión. Tranquilos pueden estar, porque ni la enfermera, ni el maquinista, ni el ciudadano tienen medios para pedirles responsabilidades. Solamente tenemos una papeleta cada cuatro años.