El Supremo rechaza que los inversores de «alto riesgo» cobren por las preferentes
El alto tribunal rechaza que puedan ser indemnizados y abre una «excepción legal» a la prohibición de los contratos a perpetuidad
MADRID. Actualizado: GuardarLos inversores «profesionales» o considerados «de riesgo avanzado» no tienen derecho, en principio, a cobrar indemnización alguna por el fiasco de las preferentes que comercializaron, sobre todo, algunas entidades financieras. Así lo ha establecido el pleno de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo en un fallo que unifica los distintos criterios al respecto existentes hasta ahora y sienta jurisprudencia.
En su sentencia, los magistrados consideran que en la medida que ese tipo de inversores suelen ser asistidos en el proceso de contratación por un asesor financiero «propio», no cabe alegar por su parte que desconozcan las características de ese polémico producto financiero, también calificado de alto riesgo. Es más, aunque en su caso no hubieran recibido de la entidad toda la información precisa, estiman que dicho «error» sería «excusable en atención a sus conocimientos y experiencia».
La Sala va incluso un paso más allá en sus argumentos jurídicos, al destacar que las participaciones preferentes «no atribuyen derecho alguno a la restitución del valor nominal, ni tampoco de crédito contra la entidad emisora [dependiendo de cuál fuera la liquidez de su venta en el mercado secundario de valores donde cotiza]».
Y es que el Supremo considera que en este caso (el de las preferentes) debe hacer «una excepción legal a la prohibición de los contratos a perpetuidad declarada por la jurisprudencia». Justifica este criterio en que la propia «previsión legal de su existencia, como parte de los recursos propios de una entidad de crédito», impide calificar la comercialización de esas participaciones como «nula de pleno derecho».
Los magistrados rechazan así el recurso de la galerista Soledad Lorenzo. Pretendía recuperar los dos millones de euros que invirtió entre 2006 y 2007 en preferentes del banco islandés Landsbanki -que luego se declaró insolvente- a través del banco BNP Paribas, y entre las que eligió precisamente las de mayor rentabilidad (hasta un 6,25%).