A tiempo de...
Los expertos advierten que el precio de la vivienda puede caer por influencia del fisco, que prepara a partir de 2015 un buen hachazo para los vendedores
Actualizado: GuardarQuizás éste sea uno de los efectos que pretendía la reforma fiscal que va a gravar con mayor ahínco las plusvalías que obtenga el que venda un bien inmueble a partir de 2015: que los propietarios se den prisas y abaraten los precios para que antes de que acabe este ejercicio puedan cerrar la operación y librarse del hachazo fiscal que supondrá a partir de enero desprenderse de una casa.
La diferencia no es poca. El propietario tendrá que pagar hasta tres veces más en impuestos y esa diferencia puede que anime a alguno a rebajar el precio fijado para adelantar la venta.
Si ese posible efecto se tuvo en cuenta a la hora de diseñar la reforma fiscal. Se debió pensar también que las entidades financieras aflojarían la mano porque la realidad nos dice que a día de hoy, salvo el que tiene dinero al contado, es complicado que te concedan una hipoteca. Y si ésta llega, los intereses que se pagarán son más elevado que antes del estallido de la burbuja. Sólo hay que comparar el diferencial que ofrecen las entidades bancarias en estos momentos; y el que vendían hace sólo unos años, cuando el euribor estaba por las nubes.
Lo que sí es cierto es que a partir de 2015 se penalizará el bien inmueble como seguro que se libera en caso de necesidad. Aquel que quiera vender su casa porque ya no puede afrontar la hipoteca o porque necesita 'cash' se verá con el fisco.
Quizás es una forma sibilina de cambiar la mentalidad de un país, de cultura propietaria. Si bien, esa transformación, si se produce, sólo le afectará a la clase media y sucesivas. Hacia arriba, siempre habrá formulas para amortiguar el impacto fiscal.