Sociedad

Teresa Romero se mantiene estable dentro de la gravedad

La auxiliar de enfermería contagiada con el virus del ébola comienza el tratamiento con el suero ZMApp

MADRID. Actualizado: Guardar
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Teresa Romero sigue luchando contra el ébola. La auxiliar de enfermería contagiada con el virus permanece estable dentro de la gravedad y los médicos han confirmado que el virus en sangre se ha reducido, pero no se ha hablado de ninguna mejoría explícitamente. Además, Teresa ya ha comenzado a recibir el tratamiento con el fármaco experimental ZMApp, que ha llegado procedente de Bruselas, según confirmó el Gobierno. Hasta ayer, la paciente había estado siendo tratada con un antiviral y con el suero extraído del plasma de la hermana Paciencia, que superó el virus el pasado mes de agosto y cuya sangre cuenta con anticuerpos del ébola.

El suero ZMApp con el que ha empezado a tratarse Teresa fue administrado al primer misionero repatriado a España, el padre Miguel Pajares, que finalmente falleció. El segundo repatriado, el doctor Manuel García Viejo, no pudo recibirlo ya que no estaba disponible al haberse acabado las existencias. Según fuentes hospitalarias, hay «cierto optimismo» respecto al estado de salud de la auxiliar.

Este suero es una combinación de tres anticuerpos monoclonales que se unen al virus para que el sistema inmune pueda identificarlo y neutralizarlo. Al contrario de lo que sucede con las vacunas, que previenen de la infección, el suero ZMApp es un tratamiento para administrar a las personas ya contagiadas. Para generar este fármaco se han empleado ratones, a los que se ha expuesto a una proteína clave del ébola para que generaran anticuerpos frente a ella. Estas moléculas convenientemente 'humanizadas' para no provocar problemas de rechazo son manipuladas para poderles extraer el contenido genético que se transfiere a plantas de tabaco de forma que puedan producir la molécula de forma masiva.

El ZMApp contiene una selección de los anticuerpos más prometedores obtenidos por una empresa alemana y otra canadiense. El fármaco se encontraba en desarrollo, por lo que tanto su eficacia como los posibles efectos secundarios que puede producir no están totalmente testados.

Mientras Teresa Romero sigue luchando por superar la enfermedad, su hermano José Ramón recorre las televisiones denunciando la actitud del consejero de Sanidad madrileño, Javier Rodríguez, al que acusa de querer «escurrir el bulto», además de poner en duda que su hermana ocultara información a sus médicos de que podía tener riesgo de haber contraído el virus. El hermano de la auxiliar afirmó ayer no tener información detallada del estado de salud de Teresa y aunque reconoce que ella «ha podido tener algún fallo» en los protocolos, recordó que en todo el proceso ha participado más gente, empezando por los que decidieron repatriar a los misioneros que se infectaron en África, aunque no quiso cuestionar esa decisión: «Sabían que se exponían a que esto pudiera pasar», señaló.

Romero, que no quiso especificar su profesión, sí afirmó que ha sido despedido de su actual puesto de trabajo tras hacerse pública su relación con familiar con el primer contagio de ébola fuera de África.

Por su parte, en el Carlos III, permanecen ingresadas otras trece personas. Aunque sólo Teresa Romero ha dado positivo por ébola, hay una enfermera que está pendiente de la segunda prueba -la primera dio negativo- cuando se cumplan las 72 horas del primer test -que dio negativo- y que permanece sin síntomas desde su ingreso en el centro hospitalario. En la madrugada del viernes se produjo el ingreso de siete personas, mientras que permanecen en la planta de vigilancia activa de contactos de alto riesgo tres pacientes: el marido de la auxiliar de enfermería, el médico de urgencias que atendió a Teresa en el Hospital de Alcorcón y la doctora que la asistió en el centro de salud, aunque todos ellos se encuentran sin síntomas que hagan pensar que pueden haber sido contagiados.

Del resto de pacientes aislados en el Hospital Carlos III, un médico de Alcorcón y uno del SUMMA continúan sin síntomas. Además de ellos, hay dos enfermeras, una médico, un enfermero supervisor, un celador y dos peluqueras, que se encuentran asintomáticos. La buena noticia fue la de un enfermero del equipo que recibió el alta tras dar negativo la segunda prueba.