El nanoscopio que rompió la frontera de lo invisible merece el Nobel de Química
Eric Betzig, William Moerner y Stefan Hell, son los premiados por desarrollar la microscopía de fluorescencia de altísima resolución
ESTOCOLMO. Actualizado: GuardarTres científicos capaces de hacer visible lo invisible compartieron ayer el premio Nobel de Química. Son dos estadounidenses, Eric Betzig y William Moerner, y un alemán, Stefan Hell, capaces de idear, diseñar y crear un microscopio de altísima resolución que permite estudiar los tejidos a escala molecular y superar fronteras hasta hace nada insalvables en el mundo de la nanometría.
Los tres investigadores recibieron el galardón de la Academia sueca por «desarrollar la microscopía de fluorescencia de alta resolución», la llamada nanoscopía, precisó el jurado.
«Durante muchos años la microscopía vivió bajo la presunta limitación de que nunca se podría conseguir una resolución superior a la mitad de la longitud de ondulación de la luz», aclara el jurado sobre el gran logro de los científicos. Ese límite de 0,2 nanómetros (0,2 mil millonésimas partes de un metro) fue definido por el alemán Ernst Abbe en 1873. Pero más de un siglo después, los progresos de la ciencia y la técnica permitieron superar esta barrera.
«Con la ayuda de las moléculas fluorescentes, los ganadores del Nobel de Química sortearon esta limitación gracias al ingenio. Su trabajo pionero llevó la microscopía óptica en la dimensión nanométrica», destacó el jurado, alabando sus investigaciones de los últimos años.
Stefan Hell, de 51 años, director de dos prestigiosos institutos de investigación en Alemania (de química y oncología), presentó en 2000 su técnica de la microscopía de alta resolución STED (Stimulated Emission Depletion, en sus sigla en inglés). «Se emplean dos rayos láser: uno estimula las moléculas fluorescentes para que brillen, y el otro suprime toda fluorescencia salvo las de volumen nanométrico. Al escanear el objeto nanómetro a nanómetro se obtiene una imagen», según precisa la Academia Real de las Ciencias.
Eric Betzig, de 54 años, y William Moerner, de 61 años, crearon, cada uno por su lado, la microscopía monomolecular. «El método se basa en la posibilidad de encender y apagar la fluorescencia de las moléculas individuales. Los científicos representan la misma zona en varias ocasiones, dejando que sólo brillen unas moléculas dispersas cada vez. La superposición de estas imágenes da una superimagen densa cuya resolución alcanza el nivel nanométrico», resumió el jurado.
Los galardonados recibirán su premio el 10 de diciembre en Estocolmo. Se repartirán ocho millones de coronas suecas, unos 867.000 euros. Suceden en la distinción al austro-estadounidense Martin Karplus, al británico-estadounidense Michael Levitt y al israelo-estadounidense Arieh Warshel, premiados en 2013 por sus trabajos sobre la modelización informática de las reacciones químicas.