Las protestas en Hong Kong decaen en medio del caos
La desorganización y el cansancio hacen mella en los manifestantes, que aún mantienen su cerco a la sede del Gobierno a la espera de ser desalojados
HONG KONG. Actualizado: Guardar«Tenemos miedo, pero seguiremos luchando por la democracia en Hong Kong». Pinky Chan y Tammi Tong, dos publicistas de unos 25 años, se unían anoche a varios millares de personas, la mayoría universitarios, en el cerco a la sede del Gobierno regional. Desafiando por segundo día a las autoridades, que les habían ordenado desalojar las zonas ocupadas de la ciudad para el lunes, los manifestantes seguían cortando la avenida de ocho carriles que lleva al distrito financiero de Hong Kong.
Alrededor de la sede del Gobierno regional en Admiralty, principal punto de las movilizaciones, los manifestantes, la mayoría universitarios, mantienen sus campamentos sobre el asfalto. «La carretera no es importante en sí ni creo que suponga un gran perjuicio a la ciudad, pero es un lugar simbólico porque estamos frente a la sede del Gobierno», se enorgullecía otra manifestante, Joanna Wong, controladora aérea.
Cerca de allí, una veintena de personas proseguía su sentada frente a la puerta de la oficina del jefe ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, para exigir su dimisión. Junto a ambos lugares, continúan tomadas otras dos áreas comerciales: Causeway Bay en la isla y Mong Kok en Kowloon, al otro lado de la bahía. Pero las concentraciones van perdiendo fuelle por el agotamiento de los manifestantes, que llevan más de una semana en la calle. A la espera del anunciado desalojo policial, que podría volver a desatar graves disturbios, las sentadas han menguado considerablemente en comparación con la semana pasada, cuando alcanzaron un pico de 100.000 personas, según los organizadores del movimiento democrático Occupy Central (Ocupar el Distrito Central), que aboga por paralizar el corazón financiero de Hong Kong.
Paciente, el Gobierno regional espera a que las concentraciones se debiliten por el cansancio de los manifestantes y sus divisiones internas.