El manual de instrucciones
Actualizado: GuardarTrío de ases. Políticos, sindicalistas y miembros de organizaciones patronales. Son los componentes de la llamada Administración institucional. Sí algo debe ser amortizado a marchas forzadas de la llamada Transición española es precisamente ese engendro que tuvo importancia en su día, quizás entre 1978 y 1981. Pero, todo lo que permanece de manera extemporánea, tiende a corromperse. Todo un torrente de nombres, los que han sido pillados y los que espero todavía saquen a la luz, una vez se investigue el otrora sistema financiero público, hoy inexistente y que se aglutinaba en torno al sistema de Cajas de Ahorros. Fueron entidades modélicas, hasta que llegó su momento de perversión. Curiosamente éste se desarrolló de manera paralela al advenimiento de la democracia. Los políticos asaltaron el poder y para blindarse y perpetuarse, facilitaron la complicidad de los llamados gestores institucionales, sindicatos y organizaciones patronales más representativas, reservándose puestos en los consejos de administración y asambleas. El resultado, el oscurantismo en la gestión y en la toma de decisiones, donde los elementos de control no han existido, lo que ha favorecido el latrocinio consentido por todos sus integrantes.
Corría el año 1950, cuando una persona que se jugaba su dinero en sus proyectos empresariales, tuvo un incidente a la hora de pagar una comida en un restaurante neoyorquino. Frank X. McNamara, director de la Corporación de Crédito Hamilton quedó sorprendió al descubrir que había olvidado su cartera y por ende su dinero. Éste que era un empresario de los de verdad, no acostumbraba a llevar el 'taco' de dinero, ni bolsas de basura llenas de dinero, como algunos del caso ERE en Andalucía. Lo llevaba en su billetera y ésta se había quedado en su casa. Se le ocurrió una nueva idea, una tarjeta de crédito que podría ser utilizada en múltiples establecimientos. Nacía de esta forma la empresa Diner Club. Posteriormente y en las postrimerías de la década de los cincuenta aparecen American Express y VISA. Ahora nos enteramos de que en España, los miembros de la llamada Administración institucional habían inventado la denominada tarjeta 'black', para alegría de unos pocos y desgracia de otros muchos. En EE UU, la ocurrencia de un empresario de verdad había colmado una necesidad. En España, la política que lo invade todo, había subvertido todos los mecanismos de utilización y control, sobre la base de su opacidad e impunidad en su utilización.
Leyendo algunos subtítulos de los siniestros integrantes de esta banda de desalmados, concluyen todos que no dispusieron de manual de instrucciones y que actuaron por mimetismos, como se venía haciendo desde época inmemorial. Que yo recuerde mi memoria se retrotrae a 1978, cuando tuvo lugar el asalto político de las Cajas por la clase política. Parece que la decencia escapa a muchos de sus integrantes.