A la búsqueda de agua

La lucha y la resistencia se hace notar en la casa okupa de Chiclana. Casi dos meses después de que el edificio fuera okupado por 20 familias, los jóvenes exigen ahora una mejora de sus condiciones de vida. Concretamente, piden al Ayuntamiento de Chiclana, a través de Chiclana Natural, que les proporcionen agua corriente. «No tenemos problema en pagarla, pero la necesitamos», reclama José Macías, uno de los jóvenes padres de familia que viven en este edificio.

Por ello, los jóvenes de entre 18 y 30 años están dispuestos a llegar hasta donde haga falta. En este sentido, muestran a este periódico la voluntad de hacer llegar su demanda al párroco de Solagitas para «pedirle ayuda» y «al propio alcalde de Chiclana». «Haremos lo que sea necesario», reivindica Macías, con la intención de que se solvente el único suministro del que adolecen en el edificio okupa. Así, en la actualidad todas las casas poseen un enganche a la luz de obra que tenía el inmueble. Sin embargo no ocurre igual con el agua, que necesita una acometida desde la red más cercana que discurre por la propia carretera de Medina.

La petición llega en un momento en el que sigue sin aclararse la titularidad del inmueble. Así, el edificio fue levantado por un constructor de Chiclana que, con la crisis sobrevenida, lo entregó como dación en pago a una entidad bancaria, de la que los ocupantes del edifico desconocen su nombre. Este medio se ha puesto en contacto con distintas entidades y, de momento, ninguna ha reivindicado la titularidad del edificio. Por su parte, la Guardia Civil no ha recibido notificación alguna y tampoco consta denuncia alguna en el juzgado por parte del propietario. Así las cosas, la situación de estas 20 familias puede alargarse sin fechas ya que sin denuncia no habrá orden de desalojo.

Por su parte, el área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Chiclana visitó al casa días atrás. Lo hizo después de anunciar públicamente que técnicos de Servicios Sociales analizarían la situación de los pequeños que viven en el inmueble. Los ocupantes son parejas jóvenes, muchas de ellas con niños a su cargo de corta edad. Tanto es así que incluso ya se ha producido el primer nacimiento en el edificio. En su visita, los técnicos constataron familia a familia la situación de los pequeños. En este sentido, fuentes municipales aclararon que el informe ha determinado que todos los menores están escolarizados y en bien atendidos en sus necesidades básicas de manutención y alojamiento.

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