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Los ataques de la alianza contra los yihadistas propician una ofensiva de El-Asad en Alepo

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Los bombardeos de la alianza favorecen hasta el momento al Ejército sirio, que en las últimas horas lanzó una ofensiva en el norte de Alepo para cortar la principal vía de suministro de la zona opositora. Desde hace dos años la segunda ciudad más importante del país y antiguo motor económico permanece dividida en dos, y régimen y grupos armados de la oposición luchan calle a calle.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) confirmó el avance de los hombres del régimen aunque aseguró que la batalla no había concluido y advirtió de que «si el Ejército logra hacerse con Handarat, Alepo quedará cercada». La batalla entre kurdos y yihadistas del Estado Islámico (EI) en Kobani, en plena frontera con Turquía, eclipsa al resto de focos de tensión en el país árabe, donde la decisión de EE UU de iniciar bombardeos el 23 de septiembre ha alterado las posiciones de cada bando.

Un día más los milicianos vinculados al PYD, principal partido en el Kurdistán sirio y fuerza hermana del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), resistieron el cerco islamista y volvieron a pedir ayuda a la alianza y a Turquía para «evitar una masacre», según testimonios de activistas recogidos por la televisión kurda con base en Erbil, Rudaw. Medios internacionales informaron de «los bombardeos más intensos de los últimos días» y de incursiones yihadistas al centro de la ciudad.

Preocupación de Turquía

Ankara ha dado luz verde a sus fuerzas armadas para intervenir en la guerra contra el califato y el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, declaró que «no queremos que Kobani caiga. Haremos cuanto podamos». Davutoglu también pidió a los líderes del PYD que no vincularan la posible derrota a manos del EI al proceso de paz abierto con el PKK para poner fin a tres décadas de conflicto. Después de dos semanas de bombardeos, el régimen no ha levantado la voz contra las operaciones de EE UU y los países árabes que bombardean al EI. Ministros como Alí Haidar incluso han confesado que las acciones «van en la dirección correcta» y desde el primer ataque Damasco ha estado al corriente gracias a la mediación de los responsables de seguridad iraquíes.

Esta buena sintonía con la alianza contrasta con la condena pública por parte del ministerio de Exteriores de cualquier acción por parte de Turquía en suelo sirio, que será considerada «una agresión». Además de Turquía, Australia se sumarse a la guerra contra el EI con ocho aviones y fuerzas especiales.