Un activista homosexual celebra la aprobación de la ley. :: EFE
Sociedad

Cataluña aprueba la primera ley de derechos de los gais en España

Solo el PP rechaza una norma que abre la polémica al establecer la «discriminación positiva» y la «inversión de la carga de la prueba»

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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El pleno del Parlamento catalán aprobó ayer la primera Ley de Derechos de las Personas Gais, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales y para la Erradicación de la Homofobia, que contó con los votos favorables de todos los grupos menos el del PP. Unió quiso desvincularse de las enmiendas a la totalidad presentadas por los populares y dio su visto bueno a la ley, aunque votó en contra de algunos aspectos, como el régimen de infracciones y sanciones, la inversión de la carga de la prueba y el artículo referente a la educación.

La ley, que es la primera de estas características que se aprueba en España, tiene como finalidad garantizar los derechos de los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales y facilitar su participación y representatividad en todos los ámbitos de la vida social.

El texto final satisface las demandas de los colectivos cuyos derechos se quiere garantizar en la ley, pero también incluye aspectos muy polémicos y discutidos desde otros ámbitos, como la «discriminación positiva» y la denominada «inversión de la carga de la prueba» -que significa que el demandado tendrá que demostrar su inocencia-, además de prever sanciones. La diputada de CDC Violant Cervera afirmó que la ley «no hace una discriminación positiva, sino que trabaja por el respeto a la diversidad», mientras la diputada de Unió Mercè Jou desvinculó a su partido de la posición de los populares, aunque manifestó su desacuerdo con algunos aspectos de la ley, entre ellos el de la inversión de la carga de la prueba, ya que considera que «cambia el principio de presunción de inocencia».

La experiencia de Iceta

Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, lamentó «la falsa acusación de los que piensan que es una ley para promover la homosexualidad», ya que esta ley «hace efectiva la igualdad y la no discriminación por razón de orientación sexual».

El dirigente socialista catalán reconoció que, dada su condición de persona gay con proyección pública, pudo escuchar relatos aterrorizadores, por lo que celebró que el Parlamento «haya dado un paso enorme en la defensa de los derechos y las libertades y que nos hayamos equiparado a las grandes naciones europeas en defensa de los derechos de las personas».

En contra de la ley se posicionó el PPC, si bien la diputada popular Dolors López puntualizó que su formación «respeta la diversidad afectiva y sexual, y está de acuerdo en garantizar los derechos y evitar cualquier tipo de discriminación». López cargó, sin embargo, contra el articulado de la ley por considerar que es «muy intervencionista» y que «no se puede hacer una ley específica para cada colectivo discriminado».