Turquía entra en la coalición contra el EI
El ultimátum kurdo para evitar una masacre en Kobani termina de decidir al Parlamento turco
Actualizado: GuardarTurquía se suma a la alianza para combatir al Estado Islámico (EI) en Siria e Irak. El Parlamento aprobó las operaciones militares con 298 votos a favor y 98 en contra, y a partir de ahora la coalición internacional podrá también contar con la base militar de Incirlik. Los turcos comparten una frontera de más de mil kilómetros con los dos países donde los yihadistas han establecido su califato, una larga y porosa línea por la que han cruzado buena parte de los islamistas a los que ahora se dispone a combatir.
La decisión de Ankara se produce después de la liberación de los 46 rehenes turcos que estaban en manos del EI y de las palabras del líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, que amenazó con enterrar el proceso de paz que su grupo tiene abierto con el Gobierno turco si éste no movía ficha para evitar una masacre en Kobani, la ciudad del Kurdistán de Siria sitiada por los islamistas desde hace semanas.
Los milicianos vinculados al PYD resistieron una jornada más, pero los yihadistas atacan por tres frentes diferentes y la situación es cada vez más complicada. La alianza sigue sin responder a la petición de ayuda por parte de los dirigentes del PYD, el brazo sirio del PKK, grupo incluido en la lista de organizaciones terroristas por la Unión Europea y Estados Unidos. «Los yihadistas están ya a menos de un kilómetro y la ciudad está completamente asfixiada», con la excepción del acceso del norte, que va a Turquía, explicó el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman. Este organismo con base en Londres, tiene con colaboradores sobre el terreno.
Los bombardeos no logran frenar el avance islamista que, además de aproximarse al centro de Kobani, lograron hacerse con el control de gran parte de Hit, ciudad iraquí situada a treinta kilómetros de Ramadi. Los medios iraquíes informaron de que el Ejército cuenta con el apoyo de la tribu local de los Albu Nimr, que estarían tratando de recuperar el control de Hit. El mayor éxito hasta el momento para Washington y sus aliados ha sido la toma del puesto fronterizo de Rabia por parte de los peshmerga, las milicias del Kurdistán. La presencia kurda en este punto estratégico corta una de las principales vías de comunicación entre los dos sectores del califato.
El general retirado John Allen, a quien Barack Obama ha confiado la supervisión de las operaciones de la alianza, aterrizó en Bagdad para seguir en primera persona la marcha de la guerra. Es la primera parada de una gira por otros países de la región como Jordania o Arabia Saudí que participan en los bombardeos contra el EI.