Mas mira al techo mientras interviene el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, en el pleno de ayer del Parlamento catalán. :: ALBERT GEA / REUTERS
ESPAÑA

El Parlamento de Cataluña desafía al Estado al elegir la junta electoral del referéndum

Mas responde a Rajoy que no va a rectificar, pero alerta de que «la desobediencia no siempre lleva a la victoria»

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Un día después de que la Generalitat paralizase la campaña institucional y los preparativos de la consulta, y horas después de que miles de manifestantes volvieran a reclamar a los partidos catalanes que no se arruguen ante el 9-N, los diputados de CiU, ERC, ICV y CUP desafiaron ayer al Tribunal Constitucional y eligieron en un pleno del Parlament a los siete miembros de la comisión de control de la consulta. PSC, PP y Ciutadans se negaron a participar en la votación por entender que la Cámara cometía una ilegalidad. A su juicio, con la elección de los integrantes de la junta electoral del 9-N se desarrolla la ley de consultas, norma suspendida por el Tribunal Constitucional.

Según un informe jurídico de la propia Cámara catalana, que el PSC utilizó como base argumental para no votar, a partir del momento en que se produce la suspensión «no se pueden adoptar actos, resoluciones o medidas de naturaleza ejecutiva o con efectos jurídicos con fundamento en los preceptos impugnados». PP y Ciutadans consideraron que los diputados que votaron en el pleno incurrieron en un delito de desobediencia, según los populares, o de prevaricación, a juicio de Ciutadans. Por ello, el PP anunció que denunciará ante la Fiscalía e impugnará ante un tribunal de lo contencioso-administrativo la votación de la creación de la comisión de control del referéndum. El PP remitirá además ambas querellas al Tribunal Constitucional.

Los soberanistas se aferraron para seguir adelante con la votación a que la suspensión es «cautelar», argumento aportado por CiU; los republicanos defendieron que hay que «acatar nuestra democracia»; Iniciativa sostuvo que se trata de una «defensa política contra el ataque político» y los de la CUP se declararon «insumisos, desobedientes e insubordinados al Tribunal Constitucional».

Para las razones jurídicas se agarraron al citado informe de la Cámara catalana, que también concluye que el nombramiento de los miembros de la comisión «corresponde al presidente de la Generalitat y se realizará por decreto. En consecuencia, el acto parlamentario de designación no es un acto que produzca plenos efectos, ya que es imprescindible el acto posterior de nombramiento para que los miembros de la comisión adquieran de forma plena y efectiva su condición legal».

Mas no rectifica

Legal o no, la votación del Parlamento catalán, desarrollada en un clima bronco y muy crispado por ambas partes, sirvió a Mas para lanzar un mensaje de firmeza y compromiso con el 9-N. El presidente catalán está en entredicho dentro del mundo soberanista desde que decidió aparcar la campaña institucional y los preparativos de la consulta. «President, ni un paso atrás», gritó la plaza Sant Jaume el martes, temerosa de que sucumba a las presiones y renuncie a celebrar el referéndum.

ERC y la CUP le insistieron ayer para que desoiga al tribunal, Esquerra incluso ofreció funcionarios afines dispuestos a asumir la sanción que comporta seguir con los preparativos de la consulta. Ante este panorama, Mas recuperó su discurso más contundente: «No rectificaré en la voluntad de que el pueblo catalán pueda votar», dijo al PP en la sesión de control al Ejecutivo autonómico.

Aseguró que en lo que de él «dependa» los catalanes acabarán «votando la pregunta acordada». Señaló que el camino a seguir a corto plazo es «presionar» al Constitucional para que levante la suspensión cautelar, pero su firmeza no fue tan lejos como para defender la desobediencia que piden los más radicales. «La desobediencia -dijo- no siempre lleva a la victoria. Aprendamos de la historia», afirmó en respuesta a CUP. «Muchas conquistas se han conseguido con desobediencia, pero no estamos en ese punto», remató.

El Gobierno catalán, convulsionado por la estrategia seguir tras la suspensión decretada por la corte de garantías, hace esfuerzos por demostrar que el acatamiento de la orden es instrumental. Para demostrar que trabaja por lograr que el referéndum llegue a buen puerto puso el ejemplo de la página web de la consulta, que sigue operativa, y además no piensa cerrarla. «La web está activa porque depende de mí. La actualizaré personalmente», afirmó el consejero y portavoz, Francesc Homs. Además, Convergència presenta hoy su campaña electoral para la votación del 9-N.