![](/cadiz/prensa/noticias/201410/01/fotos/9499463.jpg)
«Con 2 millones de seguidores en Twitter es normal que me odien 100.000 hijos de puta»
La quinta entrega del policía más casposo transcurre en 2018, con Cataluña separada de una España que ha vuelto a la peseta Santiago Segura Actor y director
MADRID. Actualizado: GuardarQué difícil es rascar en el verdadero Santiago Segura, siempre alerta de todo lo que no sea promocionar a su Torrente. Y eso que la quinta entrega de su taquillero patán es la más política de todas, con una España que en 2018 ha sido expulsada de Europa, perdido a Cataluña y vuelto a la peseta. La excusa para este retrato de un país peligrosamente parecido al nuestro es un atraco al casino de Eurovegas con Alec Baldwin como invitado estelar. El viernes, que tiemble la taquilla de '8 apellidos vascos'.
-¿De verdad cree que todo el mundo ve el personaje de Torrente como una parodia? Habrá quien lo tome como un héroe.
-Mucha gente no tiene dos dedos de frente. Acabo de leer una crítica que dice: 'La franquicia de Torrente no puede ir peor, una burda copia de 'Ocean's Eleven'. ¿Qué tipo de droga ha tomado este señor antes de entrar en la sala? Alguien puede pensar que 'Torrente' es un documental, que cuando dice 'arriba España' y que hay que sacar los tanques en Cataluña es un consejo que doy yo. No soy pedagogo, no puedo dar un libro de instrucciones con la entrada de cine. Si alguien entiende que es una parodia con crítica social, un reflejo deformado del país, perfecto. Si no, yo no puedo hacer nada.
-Al final José Luis Torrente, nostálgico franquista, nos ha resultado un personaje muy vigente.
-Vigentísimo. Hay muchos Torrentes jóvenes, con otros pelajes. Yo tengo muchos 'haters' (gente que odia en internet), chavales de quince años que son torrentianos. Gente embrutecida que no ha leído un libro en su puta vida ni tiene intención de hacerlo.
-Quizás en la primera entrega, en 1998, pensaba que era un personaje en vías de extinción.
-Sí, pero veo que no. Es como las cucarachas, resistentes a la radiación. Yo a este quinto Torrente lo veo que hace menos 'torrenterías'. Antes era una caricatura, ahora sale ganando viendo lo que tiene a su alrededor en la España de 2018.
- Le ha salido un Torrente menos escatológico.
-Mantiene su patetismo y su guarrería, pero el conjunto es más llevadero. Hay más glamour: Eurovegas, Alec Baldwin... Estos dos últimos años he notado que las señoras que antes me llamaban guarro ahora me paran por la calle.
-Antes solo se exponía públicamente cuando estrenaba un 'Torrente'. Ahora está todo el día en televisión.
-Es una presencia casual. Me llamaron de 'Tu cara me suena', y todo el mundo me decía que no se me ocurriera ir, que era como 'Mira quién baila', algo para actores acabados. Me ofrecían cantar y disfrazarme, dos de las cosas que más me pueden gustar.
-Con más de 2 millones de seguidores en Twitter tiene un buen barómetro para testar el país.
-Sí. Tras el anonimato hay gente muy chunga. Detecto mucha crispación, nos hemos vuelto un país muy radical. Ya lo éramos, porque la Guerra Civil ya te define como país, pero ahora es 'estás conmigo o contra mí'. Abres la boca y te la parten. Deberíamos ser más tolerantes y no darle tanta importancia a cosas intrascendentes. No me gusta un sitio así, quiero que la gente discuta amablemente. Mira, rompí una lanza en contra del Toro de la Vega, porque no me gusta la crueldad. Me llamaron cínico: 'Si has contratado a un asesino de toros' (por Jesulín de Ubrique), 'espero que no pases nunca por Tordesillas'...
-¿Y por qué no se borra de Twitter?
-Me dan ganas. Pero cuando pones un mensaje simpático alguna noche recibes cariño e ingenio. Entiendo que con 2 millones de seguidores el precio a pagar sea que me odien 100.000 hijos de la gran puta.
Cataluña y Pablo Iglesias
-¿Qué dolerá más: que muestre Cataluña como un estado independiente o que tenga selección de fútbol propia?
-Las dos cosas. Duelen cosas muy raras en este país... Hay quien se abre las venas por un fichaje o porque pierde su equipo. Qué suerte que a mí me haya gustado siempre el cine, no he visto nunca a un fan de Truffaut apuñalando a uno de Godard. En serio, espero que esta película no duela a nadie, son bromas. Aunque ver una camiseta del Madrid de Messi puede ser un sacrilegio para algunos...
-O a Pablo Iglesias pactar con Rajoy la bajada del salario mínimo.
-Así somos. Felipe González también promulgaba 'OTAN no' cuando llegó al poder. Cuando Bárcenas empezó a repartir sobres, Froilán se pegó un tiro en el pie y lo de su abuelo con los elefantes pensé que tenía que irme al futuro, porque no podía superar eso.
-Viendo la película no confía mucho en Podemos...
-No voy a hablar de ellos. Después de que dijeran que Joaquín (Sabina) se dedique a cantar... Es una respuesta que me parece más del Partido Popular. Sabina dice lo que piensa, no es sospechoso de nada. Pero no hablo, que luego vienen los titulares. Ahora voy a Cataluña y estoy pensando qué coño voy a decir.
-Pruebe.
-Pienso que los catalanes quieren lo mismo que todos, pagar menos hipoteca, que a sus hijos los curen en la sanidad pública, una buena educación, cobrar el desempleo... Cosas muy normales. El referéndum es lo mismo, a mí también me gustaría que me convocaran a uno: '¿Quiere usted ser gobernado por gente corrupta e inepta?'.
-Se expone mucho públicamente, pero se sabe muy poco de usted. Por ejemplo, que es padre de dos niñas.
-Es algo premeditado. Intento preservar mi intimidad. Tengo fama de borde, pero de cada cien fotos que me piden solo digo a una que no. Si me preguntas por mi familia ya es entrar en el terreno del morbo.
-¿Y con toda esa presión sigue viviendo en la Gran Vía madrileña?
-Sí, a mí eso de irme a una jaula de oro no me va. Yo me pongo mi gorrita, cruzo la calle y me meto al teatro a ver a mi amigo Wyoming.
-¿Dónde se veía con 50 años cuando era un chaval de Carabanchel?
-Mi sueño era trabajar en lo que me gustara, y por suerte me gustaban muchas cosas. Si fuera actor de doblaje o de teatro, monologuista o guionista de televisión también sería feliz. No me gusta la rutina, creo que la vida dura más si haces muchas cosas. Mi ilusión no era ser banquero o pasar consulta en la Seguridad Social. Me divierte saber que tengo opciones, no sufro como mis amigos actores, siempre esperando una llamada.