Los aliados olvidan a los kurdos de Siria
El líder del Partido de la Unión Democrática pide ayuda para hacer frente al cerco del Estado Islámico en el estratégico enclave de Kobani
Actualizado: GuardarLos bombardeos de la alianza allanan el camino a las tropas kurdas en Irak, pero siguen ignorando a los kurdos del lado sirio, que ven cómo el Estado Islámico (EI) está más cerca que nunca del centro de Kobani. Mientras en Erbil cantaban victoria por la reconquista de la ciudad fronteriza de Rabia, un punto estratégico para el movimiento de yihadistas de un lado a otro del califato, el líder del Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo), Saleh Muslim, solicitaba una vez más ayuda a la coalición para romper el cerco yihadista en Kobani. «Pedimos a todo el que nos pueda ayudar que envíe armamento para hacer frente a tanques y artillería, pero nadie se mueve. Va a haber muchos mártires», denunció Muslim en declaraciones a Reuters, en las que apuntó a que «países como Turquía no quieren que los kurdos nos podamos defender».
De momento, Ankara no mueve ficha. Mantiene el despliegue de tanques y vehículos blindados en la frontera y mañana el Parlamento decidirá si amplía la autorización a sus militares para efectuar operaciones en Siria e Irak que puedan cubrir «todos los riesgos y amenazas posibles». Hasta ahora las fuerzas armadas tenían un mandato que les permitía bombardear posiciones de milicias kurdas en el norte de Irak y defenderse de cualquier amenaza del régimen sirio, pero ahora Turquía sopesa incluir al EI en su lista de amenazas. Aunque se logre esta ampliación, no parece que los turcos estén por la labor de apoyar militarmente al PYD, principal partido kurdo en Siria y hermano del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), con el que han mantenido una guerra de tres décadas. El poder en el Kurdistán de Irak está en manos del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) liderado por Masud Barzani, que tiene relaciones cordiales con Ankara y cuya milicia de peshmergas es la que más apoyo recibe estos días desde la comunidad internacional.
Los kurdos de Siria no tienen apoyo internacional pero sí colaboraron activamente en la toma de Rabia en cooperación con los peshmerga del lado iraquí. «Es el paso fronterizo más importante. Esto supone cortar la principal línea de suministro (del EI) y nos facilita el camino a Sinjar», destacaban fuentes de los milicianos kurdos a Reuters. Medios locales como Rudaw calificaron esta victoria en el campo de batalla como «punto de inflexión» y destacaron que los frentes de Zumar, cerca de la presa de Mosul, y de Kirkuk también se han reactivado gracias a los ataques aéreos aliados.
A la espera de la implicación militar de Turquía, un país clave en el acceso de los yihadistas al autoproclamado califato, los cazas de Reino Unido realizaron sus primeros ataques en Irak y la alianza sigue sumando piezas. Los socios europeos no bombardean en Siria donde, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, 233 personas, al menos 22 de ellas civiles, murieron desde que hace una semana Barack Obama dio luz verde a las incursiones.