Cameron profundiza el recorte social

El congreso del Partido Conservador británico comenzó en Birmingham con mal pie. La víspera, el diputado 'tory' por la circunscripción de Rochester y Strood, Mark Reckless, anunció que se pasaba al euroescéptico UKIP, en la segunda fuga de un parlamentario en un mes en la misma dirección. Y ayer, el secretario de Estado Brooks Mewmark, casado y padre de cinco hijos, salió del Gobierno después de que el Sunday Mirror publicase que había intercambiado en una red social fotos sexualmente explícitas con una supuesta activista feminista, en realidad una periodista 'freelance'.

Nada que no pueda paliar un anuncio de nuevos recortes en las ayudas para vivienda y las prestaciones por desempleo, medidas con las que el Ejecutivo británico espera conectar con un electorado que el UKIP le disputará en 2015 con esas mismas armas: el objetivo de socavar el Estado del bienestar, reducir la inmigración y cuestionar la pertenencia a la Unión Europea. David Cameron dijo en la BBC que recomendaría votar por salir de la UE si Bruselas no se aviene a sus exigencias. Y todo esto en un momento en que el Partido Laborista -con propuestas progresistas y un líder falto de carisma- sigue por delante en los sondeos para las elecciones generales, pero sólo por dos puntos y después de haber caído seis en dos semanas.

Cameron no hablará a los suyos hasta el miércoles, pero ayer se prodigó en periódicos y televisiones, secundado por su ministro de Economía, George Osborne, para anunciar su propósito de terminar con el desempleo juvenil si sigue siendo primer ministro después de las elecciones de mayo. Algunas de las medidas no son nuevas, pero los conservadores no han podido ponerlas en práctica por la oposición de los liberal-demócratas de Nick Clegg, con los que comparten Ejecutivo desde 2010.

«No es aceptable que los jóvenes menores de 21 años pasen directamente de la escuela a recibir prestaciones sociales y a un hogar sufragado con subsidios, costeados por otras personas que están trabajando», resumió Osborne sin complejos en el Mail on Sunday. Los conservadores se proponen recortar en prestaciones sociales para, con el teórico ahorro, financiar programas de formación. Para empezar, el ingreso social máximo que puede percibir cada hogar por año bajará de 33.298 a 29.456 euros. «Estamos intentando cambiar el sistema de bienestar de manera que no atrape a las personas en la pobreza y en una cultura de la dependencia», explicó el titular de Economía.

Un joven en paro de 18 a 21 años que cobra prestación -unos 150.000 en estos momentos en Reino Unido- y no encuentre empleo en el plazo de seis meses deberá comprometerse a realizar trabajos para la comunidad, como la limpieza de parques, si quiere mantener el subsidio. Según Cameron, los recortes permitirán mejorar el distema educativo y reducirán la llegada de inmigrantes.

El responsable de lucha contra la pobreza de la Fundación Joseph Rowntree, Chris Goulden, discrepa y anima al Gobierno a apostar por «ofrecer trabajo bien pagado, pero no a costa de las prestaciones de desempleo. Si queremos reducir la factura social necesitamos abordar el alto precio de la vivienda, los bajos salarios y proveer ayuda asequible para el cuidado de los hijos».