Se hizo pasar por un taxista en plena campaña electoral

Dicen de él, del nuevo máximo responsable de la OTAN, que en lo personal es «cordial, cercano, de trato amable». Y con mucho sentido del humor, porque Jens Stoltenberg logró hacerse hueco en todos los telediarios internacionales cuando en agosto de 2013 se hizo pasar por un taxista en plena campaña electoral para conocer de primera mano el sentir de sus conciudadanos, los mismos a los que pedía el voto para ser elegido primer ministro por tercera vez consecutiva. No lo logró. La crisis económica y el desgaste de gobernar sobre su ola se lo llevó por delante. Pero él lo intentó todo, como ponerse al volante de un taxi y preguntar a los noruegos qué pensaban de él. El miércoles, cogerá el volante de la OTAN.