Gallardón se despide de su hombre fuerte en Justicia, Juan Bravo, tras anunciar su dimisión. :: A. DE ANTONIO
ESPAÑA

Gallardón cobrará más que Rajoy al entrar en el Consejo Consultivo de Madrid

Será consejero vitalicio, ganará 87.440 euros brutos anuales y pidió el ingreso dos días después de dimitir por su condición de expresidente regional

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El pasado jueves, un día después de publicarse su dimisión en el Boletín Oficial del Estado, el exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, solicitó su ingreso en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid como miembro permanente. Se trata de un cargo de carácter vitalicio guardado para los expresidentes de la Comunidad de Madrid, que podrá ser solicitado siempre y cuando no haya incompatibilidades con otros empleos públicos.

Así, el nombre de Alberto Ruiz-Gallardón ya forma parte del organigrama de este órgano asesor de la administración madrileña. Aparece junto al socialista Joaquín Leguina, expresidente autonómico, otros seis consejeros electos y el presidente Ignacio Astarloa, exdiputado del PP y exsecretario de Estado de Seguridad durante la segunda legislatura de José María Aznar.

Su misión como superior órgano consultivo del Gobierno y de la Administración autonómica, así como de las corporaciones locales y de las universidades y demás entidades de derecho público de la región, consiste en emitir dictámenes fundamentados en derecho sobre temas de responsabilidad patrimonial, contratación administrativa o revisión de oficio de actos administrativo. Es decir, responde a las consultas legales de los citados entes madrileños.

El pasado año, por ejemplo, se reunió 67 veces, una media de una vez por semana, y el coste anual para los madrileños fue de 4,3 millones de euros al año, cuando «no es más que una réplica a escala autonómica del Consejo de Estado, un organismo que podría realizar las mismas funciones sin gasto adicional para los ciudadanos», segúndenunció ayer UPyD. Con esta partida se pagan los sueldos de los consejeros y trabajadores del órgano, además del de Gallardón como vocal permanente. Está estipulado que éste cobre lo mismo que cualquier consejero de la Comunidad de Madrid, ya sea el titular de Sanidad o de Transportes: 87.440 euros brutos anuales según los presupuestos de 2014. Esto supone un 11% más de lo que percibe el presidente del Gobierno Mariano Rajoy (78.185,04 euros) y casi 20.000 euros más de lo que ganaba el propio Gallardón como ministro de Justicia (68.981 euros).

Eso sí, al entrar en el Consejo Consultivo deberá de renunciar a su cesantía como ministro de Justicia, es decir, a los dos años completos de sueldo que pueden percibir los antiguos altos cargos para 'paliar' el régimen de incompatibilidades al que están sometidos en ese periodo. En el caso de Gallardón, como entra en un órgano público ha tenido que elegir entre uno de los dos sueldos y, como es lógico, ha preferido el de consejero por ser más alto.

Paro y sueldo millonario

El portavoz en el Asamblea de Madrid de UPyD, Luis de Velasco, aseguró ayer que con el salario que recibirá «tiene más suerte que millones de parados y aspirantes a mileurista de este país: no está ni un día en el paro y ya le dan un sueldo millonario». Para el diputado autonómico, esta es la confirmación de que el Consejo Consultivo es «superfluo» y «sólo sirve como carísimo cementerio de elefantes».

Además, Gallardón contará con «el apoyo personal y los medios materiales que necesite para el desarrollo de sus funciones representativas», según el reglamento del órgano nacido en 2007, con Esperanza Aguirre como presidenta regional y el rechazo en pleno de la oposición por aquel entonces, PSOE e Izquierda Unida. Aunque finalmente el socialista Joaquín Leguina entró como consejero permanente.

Curiosamente, el propio Leguina declaraba ayer en una entrevista a Efe que la dimisión de Gallardón «viene de un error» de Rajoy por apostar por el anteproyecto de la ley del aborto y no esperar al dictamen del Tribunal Constitucional. Consideró que si el presidente hubiera esperado quizá «el problema se le había arreglado y ahora no sería el pagano el ministro de Justicia», del que se ha mostrado convencido de que se recuperará de este varapalo porque «es un hombre activo y bastante optimista». Y es que 48 horas después de dimitir ya encontró acomodo.