El Constitucional alemán dirá dónde declara Snowden
BERLÍN. Actualizado: GuardarSerá finalmente el Tribunal Constitucional Alemán el que resuelva la polémica sobre el antiguo colaborador de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense, Edward Snowden, y su declaración ante las autoridades germanas. La oposición verde y de La Izquierda han denunciado al Gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, y a la comisión parlamentaria encargada de investigar el escándalo en Alemania ante la máxima instancia judicial germana para forzar que Snowden, refugiado en Moscú y perseguido por alta traición por EE UU, sea invitado a Berlín a declarar. Los partidos de la gran coalición, la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), habían impuesto con su mayoría en la comisión parlamentaria que fuera interrogado en Moscú. Pero él mismo dejó claro que no está dispuesto a declarar por videoconferencia o durante una reunión en la capital rusa y reclama inmunidad para viajar a Alemania. A su vez, el Gobierno alemán rechaza el traslado de Snowden por temor a dañar sus relaciones especiales con Washington.
«Hemos sido coaccionados en toda regla por el Gobierno federal», dijo André Hahn, representante de La Izquierda. Mientras que su colega verde Konstantin von Notz subrayó que Snowden es el principal testigo en el caso de las escuchas ilegales de la NSA en Alemania y en el pinchazo que sufrió Merkel en uno de sus móviles, y que su declaración es «una cuestión clave» para resolver la investigación. Las dos formaciones pretenden que el Gobierno de Merkel explique las razones que le llevan a impedir a toda costa el viaje de Snowden a Alemania, algo que no ha hecho hasta ahora.
Derechos de la oposición
La denuncia presentada ante el tribunal con sede en Karlsruhe tiene interés no solo por el caso Snowden sino también porque podría definir de manera clara los derechos de la oposición. En la comisión parlamentaria que investiga los abusos de la NSA los partidos gubernamentales de la Unión y SPD tienen una mayoría aplastante, mientras verdes y La Izquierda cuentan con una influencia limitada que es regulada por el derecho de minorías parlamentarias. «Normalmente en una democracia decide la mayoría», reconoce la jurista Astrid Wallrabestein, una de las redactoras de la denuncia, pero «la Constitución también contempla» que en casos de espionaje como este se atiendan los intereses de los partidos minoritarios. Es por eso que Wallrabenstein y la oposición esperan que Karlsruhe decida por el bien del Estado. Aunque pueden pasar meses y años hasta que el tribunal se pronuncie, incluso para desestimar la demanda, los verdes y La Izquierda han urgido a una decisión rápida.
Desde que la comisión comenzara su trabajo el pasado marzo, ambos partidos se han quejado de que la coalición obstaculiza su trabajo. Las actas que el Gobierno de Merkel ha puesto a disposición de la comisión está llenas de pasajes tachados en negro y las declaraciones de muchos testigos dejan mucho que desear. La oposición alemana sospecha que la NSA actúa en Alemania con el conocimiento de las autoridades locales y la ayuda de los servicios secretos. De ahí que Berlín no tenga interés en esclarecer el escándalo.