Sale del Parlament entre gritos de «chorizo y ladrón»

Jordi Pujol abandonó el Parlament entre gritos de «chorizo», «ladrón», abucheos y silbidos de los concentrados a la entrada del edificio, pero arropado por media docena de diputados de Convergencia. El expresidente se negó a atender al enjambre de medios de comunicación que esperaban la salida, se metió en su coche y se perdió por las calles de Barcelona.

Dejaba atrás una bronca comparecencia, en la que empezó con su habitual tono tranquilo y prolijo en detalles, pero la mesura inicial dio paso a un indisimulado cabreo. Pero además de sus reprimendas a los portavoces, el salón de la Cámara catalana fue escenario de otros enfrentamientos, como el que protagonizaron PP y CiU.

La popular Alicia Sánchez Camacho fue muy dura: «¿Qué respeto ha demostrado usted por el Parlamento y por el conjunto de los catalanes, cuando ha estado 23 años subiendo y bajando estas escaleras mientras robaba al pueblo de Cataluña?».

CiU, que defendió el legado y la obra de su fundador, replicó por boca de Jordi Turull: «Deje de hacer de portavoz de las cloacas del Estado».

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, también entró en el cuerpo a cuerpo contra Pujol y CiU y fue muy contundente. «Enviaremos un escrito a la Fiscalía instándola a llamar a declarar a Pujol», anunció. «Ha mentido y ya no tiene credibilidad para dar lecciones morales. Usted solo no ha podido hacer todo. Artur Mas estaba al tanto de lo que pasaba en su gobierno y me sorprende que no sepa nada del caso Palau, del caso 3% o del 4%».

El portavoz de la CUP, David Fernández, por su parte habló de «mafia, camorra y omertà», comparó a Pujol con el expresidente del Palau, Fèlix Millet, le llamó «ladrón de guante blanco» y sentenció: «Tocan campanas de muerte, la muerte de un régimen, la del pujolismo», remató. Los dos diputados de CUP abandonaron el hemiciclo en protesta por la ausencia de respuestas.