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Los prorrusos convocan sus propias elecciones y complican la paz
Los rebeldes boicotearán los comicios ucranianos y realizarán una consulta al margen de Kiev
MOSCÚ. Actualizado: GuardarPese a su enorme fragilidad, la tregua vigente en el este de Ucrania continúa consolidándose poco a poco. Ayer sobre el terreno se alcanzó el momento más apacible en los últimos cinco meses con una ausencia casi absoluta de enfrentamientos armados. Incluso la OTAN constató un descenso «significativo» del número de tropas rusas desplegadas en territorio ucraniano. Sin embargo, la decisión de los separatistas de Donetsk y Lugansk de no atenerse al calendario marcado por las autoridades ucranianas para las elecciones locales y rechazar la celebración de los comicios legislativos del 26 de octubre abre serias interrogantes sobre el futuro del plan de paz.
El pasado 5 de septiembre, durante la reunión del Grupo de Contacto (Rusia, Ucrania, la OSCE y los rebeldes) mantenida en Minsk, se acordó que el Gobierno de Kiev adoptara una ley descentralizadora de «estatus especial» para Donetsk y Lugansk. También se decidió llevar a cabo elecciones locales anticipadas en esas dos regiones rebeldes. La ley de «estatus especial», que tendrá una vigencia de tres años, fue aprobada por la Rada (Parlamento) el pasado día 16, aunque no ha sido todavía promulgada.
La norma fija los comicios para elegir ayuntamientos y asambleas regionales en el este de Ucrania para el 7 de diciembre. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, quiere negociar el futuro estatus de las dos regiones separatistas con quienes salgan elegidos, no con los hombres armados que encabezan la revuelta, a quienes considera «terroristas».
Pero estos insurrectos decidieron el martes organizar sus propias elecciones y hacerlo, no el 7 de diciembre, sino el 2 de noviembre. Acordaron además no permitir que tengan lugar en Donetsk y Lugansk las legislativas del 26 de octubre como ya hicieron con las presidenciales de mayo en las que salió elegido Poroshenko. Bien es verdad que los insurgentes no controlan más del 30% de esas dos regiones orientales, pero mantienen en su poder sus respectivas capitales y, por tanto, las áreas más pobladas.
«Ejecuciones civiles»
Así que se esfuman las esperanzas de Kiev de que en esos comicios participen los partidos nacionales bajo supervisión internacional. Previsiblemente, se convertirán en la misma farsa que fueron las consultas populares por la independencia. Poroshenko sostiene que unas elecciones limpias son el único medio de conocer la opinión de los habitantes de Donetsk y Lugansk y de crear los órganos con los que poder abordar la resolución del conflicto.
Mientras, Rusia acusó ayer a las tropas ucranianas de «ejecuciones de civiles». Según una nota difundida por el servicio de prensa del Ministerio de Exteriores ruso, en la fosa común que los separatistas dicen haber hallado en una mina situada a 60 kilómetros de Donetsk hay, al parecer, indicios que demuestran que fueron cometidos «asesinatos a sangre fría de civiles a manos de fuerzas ucranianas».
«A juzgar por todo, son crímenes de guerra injustificados», asegura el comunicado, que también subraya el hecho de que muchos de los cadáveres tuvieran las manos atadas y orificios de bala en el cráneo. Rusia pide una investigación por parte de la ONU, la OSCE y el Consejo de Europa mientras en Kiev califican las acusaciones de Moscú de «provocación».