Mariló, el más difícil todavía
La presentadora de 'La Mañana' de La 1 vuelve a meter la pata al decir que un tal 'Q. E. P. D.' firmaba una carta'
Actualizado: GuardarNo hay duda. Mariló Montero hubiera deseado trabajar en un circo. Más que nada porque es de esas personas a las que les gusta aquello de 'el más difícil todavía'. Y es que la presentadora de 'La mañana' de La 1 ha vuelto a meter la pata. Como dirían los taurinos, hasta la bola.
La presentadora de TVE abordó ayer la muerte de Asunta Basterra, en el primer aniversario de su fallecimiento. Comentaban una carta enviada por el entorno de la niña, cuando la presentadora explicó que la misiva aparecía firmada por un tal 'Q. D. E. P'. Sus compañeros, ante semejante patada al sentido común, se vieron obligados a corregir a la 'jefa' y aclararle que las siglas que cierran la carta significan 'que en paz descanse'. Pasados unos minutos y antes de decir adiós, Mariló entonó el mea culpa por su lapsus.
La 'ocurrencia' de Mariló, como no podía ser de otra manera, se convirtió en la comidilla de las redes sociales, donde ya se es una habitual de las meteduras de pata. De hecho, con la muerte de Asunta Basterra ya metió la pata hace casi un año, cuando al entrevistar a uno de los hombres que encontraron el cadáver de la niña, Mariló se despachó con una frase que dio la vuelta al mundo: «Si acababa de ser asesinada, todavía está blandita».
Pero es que Mariló va camino de convertirse en la protagonista de los especiales de meteduras de pata de fin de año. Hace una semana, no dudó en preguntar a Ana Obregón qué edad mental tenía. En otra ocasión sorprendió a todos al asegurar que se alegraba de que no se hayan donado los órganos de un asesino porque «nunca se sabe si ese alma está también trasplantada en ese órgano»; o aquel día que Mariló confundió el Nilo con el Miño; o ese momento en pleno reportaje sobre el Museo del Calamar gigante en Luarca (Asturias) y los destrozos ocasionados por el temporal, cuando preguntó «¿estaban vivos?».
Pero quizá uno de los episodios más 'hilarantes' de Mariló fue el día de la muerte de Sara Montiel. Mientras el coche fúnebre trasladaba los restos de la diva, Mariló se despachó con una pregunta que dejó a todos los presentes boquiabiertos: «¿Qué hay en el coche?», espetó a la reportera que cubría la noticia en la calle. «Los restos mortales de la actriz», dijo su compañera que no salía de su asombro. Mariló en estado puro.