La canciller alemana Angela Merkel interviene el viernes en la reunión anual de los jóvenes del CDU. :: SVEN HOPPE / EFE
MUNDO

Puertas cerradas a los yihadistas alemanes

El Gobierno germano prepara medidas para retirar el pasaporte y la nacionalidad a los ciudadanos del país que se unan al EI

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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El Gobierno alemán está preparando, junto a los ministerios de Interior de sus 16 estados federados, un catálogo de medidas para actuar contra los miembros del grupo terrorista del Estado Islámico (EI) procedentes de este país, entre las que figura la retirada de la nacionalidad y pasaporte germanos. «Contra el Estado Islámico debemos actuar con la máxima dureza y llegar al límite de las posibilidades legales», dijo Thomas Strobl, líder del grupo parlamentario de la gubernamental Unión Cristianodemócrata (CDU), en declaraciones al dominical Welt am Sonntag. Strobl reiteró la preocupación de las autoridades germanas por el peligro que parte de quienes regresan de Siria o Irak tras militar en la filas de Estado Islámico. «Algunos carecen de escrúpulos y se han radicalizado», señala el líder parlamentario, quien revela que la policía vigila «las 24 horas del día» a más de veinte de ellos. Mas de 420 jóvenes residentes en Alemania se han sumado en los dos últimos años a Estado Islámico, de los que unos 130 han regresado a este país, muchos con experiencia en combate.

Por su parte, el presidente del Órgano Federal para la Defensa de la Constitución, responsable de los servicios de contraespionaje y la lucha antiterrorista, Hans Georg Maassen, ha revelado a su vez que al menos 24 menores de edad figuran entre los jóvenes que han viajado a Siria e Irak para sumarse al grupo radical yihadista, de los que cinco han retornado con experiencia bélica. «El más joven solo tiene 13 años», comenta Maassen en el diario Rheinischen Post. Añade que entre los menores figuran también cuatro chicas, que viajaron a la región en conflicto «con ideas románticas de una boda yihadista» y que acabaron casándose con hombres jóvenes «que conocieron como combatientes a través de internet». El jefe del contraespionaje germano destaca que ninguno de los menores habían llamado hasta entonces la atención de las autoridades germanas y que se ha sabido de su existencia por alertas de servicios secretos amigos o porque sus padres habían denunciado su desaparición ante la policía.

Familias emigrantes

Una gran parte de ellos procede de familias que emigraron a Alemania desde otros países y muchos han vivido al margen de la sociedad alemana. Es frecuente el fracaso escolar y la pertenencia a familias deshechas, explica Maassen, quien comenta que «su radicalización es extrema, como es el caso de un repartidor de pizza de Dinslaken que arrastró a la muerte a mucha gente al inmolarse en un atentado suicida».

El Estado Islámico es una organización prohibida en Alemania desde hace 10 días, cuando el ministro federal de Interior, Thomas de Maizière, anunció que se vetaban todas sus actividades en suelo germano, desde recaudar fondos y reclutar activistas, a manifestarse o mostrar públicamente sus emblemas, como su conocida bandera negra. El presidente de la comisión de Interior del Bundestag, Wolfgang Bosbach, subrayó ayer que la retirada del pasaporte y la pérdida de la nacionalidad alemana para los activistas del Estado Islámico tendrá «un enorme efecto preventivo». Quien se suma a esa milicia terrorista no hace sino documentar «su rechazo a la constitución y todos los valores de la República Federal», comentó Bosbach, quien añadió que «esa gente debe tener claro que no van a poder retornar» y recordó que la ley permite actualmente retirar el pasaporte y negar la entrada en el país a quienes disfrutan de una doble nacionalidad.