Los azulinos perdonan y lo pagan

Por más que se repita una de las máximas o tópicos del fútbol, 'quien perdona lo paga', no de ja de producirse en muchos partidos cada año. Que se lo digan al San Fernando que ayer dejó escapar tres puntos de forma inexplicable, gozando de infinidad de ocasiones para marcar, algunas de ellas clarísimas, ante un rival que con una oportunidad se llevó el gato al agua.

Dominando comenzó el choque para los pupilos de Masegosa, que ponían en el punto de mira la portería del Recreativo B desde los primeros minutos. A los 20 minutos ,Ñoño gozaba de una oportunidad clarísima pero su testarazo tras un gran centro de Tati no encontró puerta.

Curiosamente, tres minutos más tarde se repetía una jugada similar con los mismos protagonistas, sólo que esta vez era Tati Maldonado el que fallaba al empujar un centro de Ñoño. Las ocasiones azulinas se seguían sucediendo una tras otra con un Ñoño que de nuevo tuvo la oportunidad de marcar pero su disparo se fue pegado al palo derecho.

Sin embargo, sería el filial recreativista el que se adelantara en el marcador. Una internada por banda de Antonio era rematada en el primer palo por Ayala, adelantándose a David Zamora, a pesar de que en primera instancia el asistente levantó el banderín por presunto fuera de juego.

Jarro de agua fría totalmente inesperado para los de Masegosa minutos antes de un descanso que llegaba tras una primera mitad con un conjunto isleño que se iba de vacío a vestuarios, tras perdonar un gran número de ocasiones claras de gol.

Imprecisiones y falta de ideas

A los pocos minutos de la reanudación, Masegosa movía el banquillo dando entrada a Pablo Aguilera por Tati Maldonado y a Javi Forján por Carlitos. Los azulinos intentaban pisar área y poco a poco lo conseguían ,aunque el filial onubense creaba peligro saliendo con rapidez a la contra.

El partido se dormía merced a un Recreativo B que se defendía bien ante un conjunto isleño que comenzaba a quedarse sin ideas. Poco a poco el corazón ganaba a la cabeza, aunque Forjan a punto estuvo de empatar con un gran cabezazo que se marchó lamiendo el larguero de la portería visitante.

Con todo, los isleños lo seguían intentando pero al otro lado se encontraban con un rival que no dejaba espacios en el área y se hacía fuerte con el marcador a favor ante la impaciencia de la escuadra local, que veía como pasaban los minutos y aumentaban sus imprecisiones en el desarrollo del juego.

El choque languidecía a la vez que las opciones de conseguir el premio para los isleños, que contemplaban como se esfumaba un choque que ni mucho menos merecieron perder. Desfondados y con algunos gritos de «Masegosa dimisión», llegaba una segunda derrota consecutiva de forma inesperada e injusta para un San Fernando que se aleja de los puestos altos de la clasificación.