Sociedad

Matan a nueve profesionales en Guinea que informaban sobre el ébola

La delegación oficial, en la que había funcionarios y periodistas, fue atacada con machetes y cuchillos por los vecinos de una aldea

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los nueve integrantes de una delegación oficial que realizaban una gira por Guinea para informar a la población sobre los riesgos del brote de ébola fueron asesinados el miércoles con machetes y cuchillos por un de ciudadano que asaltó su caravana. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se realizó un llamamiento para que se investiguen unos crímenes que no pueden frenar los trabajos contra la epidemia que asola África occidental y que ya ha causado más de 5.300 casos, de los cuales 2.600 han muerto.

El asesinato de los ocho miembros de la delegación guineana acababan de llegar a la aldea de Wome, ubicada en el este del país y donde la pasada primavera fueron detectados los primeros casos de la epidemia de ébola.

El grupo estaba formado por representantes de la administración que trabajaban para educar a la población ante el brote infeccioso, así como varios periodistas y técnicos de radio que cubrían informativamente el viaje, según informa Guineenews. A la llegada a la aldea, los vecinos atacaron el convoy. Tras un enfrentamiento, las fuerzas de seguridad consiguieron restablecer la calma. Sin embargo, la muchedumbre había acabado con la vida de la delegación, cuyos nueve cuerpos aparecieron cosidos a cuchilladas y cortes en una fosa séptica.

Desde Conakry fuentes del Gobierno denostaron los crímenes, por los que, hasta el momento, habían sido identificadas y detenidas seis personas, aunque la investigación continúa abierta.

Una delegación del Gobierno visto ayer a las familias de las víctimas en unos velatorios en los que los cadáveres no fueron expuestos dado el estado en que habían quedado tras el ataque. Tras expresar las condolencias, la delegación entregó una indemnización de 10 millones de francos guineanos a cada familia.

Riesgo añadido

La OMS, que hizo pública su «gran consternación», denunció ayer el «riesgo añadido» que suponen crímenes como los sucedidos para los trabajadores que tratan de frenar la expansión de la epidemia. «No debemos parar en nuestra labor», aseguró el especialista en ébola de la organización internacional, Pierre Formenty, conocedor de las dificultades que los expertos tienen para desarrollar su labor en esta zona boscosa de Guinea, una región asolada por los conflictos armados y la corrupción política. «Deben investigarse las muertes, pero tenemos que continuar explicando a la población las medidas que tienen que adoptar para controlar el brote epidémico», señaló el experto de la OMS. «Si no somos capaces de que la población comprenda nuestros mensajes, no seremos capaces de frenar el brote», insistió.

Formenty, que recordó que la «manipulación» de estas comunidades que viven prácticamente aisladas, aseguró que los miembros de las ONG y sanitarios que trabajan sobre el terreno «tenemos unas medidas de seguridad y autoprotección, pero cosas como ocurrida pueden suceder. Pese a ello estamos dispuestos a seguir luchando para detener el brote».

La OMS indicó que entre los países afectados por el brote, es especialmente preocupante la situación en Monrovia, la capital de Liberia, donde se ha reportado un aumento de infectados. Según Pierre Formenty, «se observa una transmisión muy rápida en los cinturones de miseria de Monrovia». «Estamos tratando de ayudar a algunas comunidades para que empiecen a tratar a los enfermos en casa, porque por ahora el número de camas disponibles en Monrovia no es suficiente para los casos que se están detectando. También tratamos de dar servicio a la población para que los funerales sean seguros sanitariamente», explicó este doctor que recordó que muchos contagios se producen precisamente durante los funerales.

Por otra parte, en Sierra Leona las autoridades han declarado un toque de queda de tres días para tratar de detener el avance del ébola. Durante la primera jornada las calles de la capital Freetown estaba estaban desiertas. «El momento es excepcional y los momentos excepcionales exigen medidas excepcionales», declaró el presidente del país, Ernest Koroma, en un mensaje radiotelevisado.