El Ejército de Nigeria contiene el avance de la milicia islamista de Boko Haram

El Ejército nigeriano mostró ayer un tanque con inscripciones en árabe presuntamente capturado en el último choque contra las fuerzas de Boko Haram, ocurrido a tan sólo 36 kilómetros de Maiduguri, ciudad de más de dos millones de habitantes que se ha convertido en el principal objetivo de su ambiciosa ofensiva. La aparición de vehículos blindados, lanzagranadas, cañones antiaéreos y fusiles automáticos entre el armamento aprehendido evidencia la gran capacidad bélica de los rebeldes, contenidos por las tropas en las cercanías de la urbe. La derrota yihadista no ha desanimado a la banda, que prosigue en su propósito de romper las líneas defensivas, tal y como sostienen informaciones locales.

El mando militar asegura que unos doscientos combatientes fundamentalistas perecieron en el último y fallido ataque, y que otros cien perdieron la vida la pasada semana en otro intento de avanzar sobre una de las poblaciones más importantes del país. La fulgurante operación de conquista territorial, iniciada el 25 de agosto, parece frenada por el Gobierno de Abuja, que bombardea las posiciones de los yihadistas. A pesar del envío de tropas y aviación, buena parte del Estado nororiental de Borno continúa en manos de los insurrectos.

La lucha contra la milicia islamista ha agudizado la violación de los derechos humanos por soldados y policías, un fenómeno habitual incluso antes de la insurrección. La práctica de torturas es sistemática, según el informe 'Welcome to Hell Fire'.