Sociedad

Legado de ensueño para el 'Reina'

Hasta dentro de cinco años el museo no será propietario de pleno derecho de las obras de 90 grandes creadores, en su mayoría españoles Soledad Lorenzo deposita en el Reina Sofía 400 obras de su excepcional colección

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Museo Reina Sofía recibirá casi 400 piezas de la colección de la galerista Soledad Lorenzo. El museo confirmó ayer el depósito de 385 obras de 90 artistas, en su mayoría españoles, entre las que hay pinturas esculturas, vídeos, fotografías e instalaciones de la colección de Lorenzo, gran dama del arte contemporáneo y el galerismo en España. Serán cedidas al museo que dirige Manuel Borja-Villell sin contrapartida crematística o fiscal. El gesto de Lorenzo denota «enorme compromiso, generosidad y consideración», según el museo.

La fórmula para la cesión del valioso legado es la del depósito convertible en donación. El museo no desembolsa nada por las obras, pero no será su propietario hasta dentro de un lustro. El depósito «tendrá una duración de cinco años prorrogables y se realiza con promesa de legado por parte de la galerista», precisa el museo. «La depositante -agrega- realizará las gestiones necesarias para disponer, por vía testamentaria, el futuro legado de las obras objeto del contrato a favor del museo».

«No existe en España precedente de un depósito con promesa de legado con estas características, tanto en lo que se refiere al número de obras, como por la calidad de las mismas y la importancia de los autores», subraya el Reina Sofía.

Entre los artistas más representados en este histórico depósito figuran Juan Uslé, de quien se reciben 31 obras; Pablo Palazuelo, 23; George Condo, 22; Adrià Julia, 19; Sergio Prego, 17; Txomin Badiola, 15; Guillermo Pérez Villalta, 14; José Manuel Broto, 14; José María Sicilia, 14; Miquel Barceló, 11; Pello Irazu, 11, o Victoria Civera, 8.

Hay también genios de la talla de Antoni Tàpíes, de quien una obra fundamental, 'Estora', engrosará los fondos del museo junto a piezas de Gordillo, José Guerrero o Soledad Sevilla. Todos expusieron en su día en la galería de Lorenzo, que apostó también por artistas emergentes como Jorge Galindo, Pedro Mora, Ana Laura Aláez, Juan Ugalde, Perejaume, Jon Mikel Euba, Philipp Frölich o Jerónimo Elespe.

El acuerdo, aprobado por el Patronato del museo y que debe rubricarse en breve, se alcanzó «tras más de un año de trabajo y negociaciones». Se debe al deseo del museo de atraer «importantes colecciones que contribuyan a llenar huecos en el relato del Reina». Se destaca así la importancia de la incorporación de obras de creadores como Uslé, Civera, Eric Fischl, David Salle, o Philip Fröhlich, «de los que apenas hay representación en las colección permanente». El museo recuerda que realiza periódicamente compras «con dinero público, para conseguir obras de artistas y movimientos necesarios para rellenar lagunas imprescindibles y completar el discurso de la colección». «Se utiliza la figura del depósito y la donación, a través de las que se involucra a coleccionistas de diversas partes del mundo, para obtener obras que o no están disponibles en el mercado o no son asequibles para el museo».

Destacan la importancia de la cesión si se atiende al precio de mercado de las obras, lo que concede «más valor al acto de generosidad» de la prestigiosa galerista, que renuncia a hacer caja con su colección. El museo deberá estudiar la fórmula de la integración de las obras que podría exponer reunidas en un espacio con el nombre de la galerista o integradas en el «relato» expositivo de los años 80, cuando Lorenzo inició su colección.

El legado de la galerista cántabra se suma a acuerdos anteriores de gran calado para el museo con importantes coleccionistas internacionales, como Patricia Phelps de Cisneros o Reinhard Onnasch.

Soledad Lorenzo (Santander, 1937) ha formado parte durante casi tres décadas del 'núcleo duro' del galerismo español junto a Juana de Aizpuru, Helga de Alvear o Elvira González. Su «relevante y activa» galería ha sido para el museo «un agente catalizador de la nueva visión de las artes». «Sin considerarse coleccionista, ha reunido una destacable colección que supera las seiscientas obras de más de cien artistas», recuerda el museo.

Se retiró de la primera línea hace dos años, cerrando una brillante trayectoria de 26 años en los que su galería fue centro de referencia del arte contemporáneo en España, dando respaldo a artistas de distintas generaciones, tendencia e intereses.