«Nadie va por el mundo con bolsas de dinero»
El primogénito de Pujol negó las acusaciones de su examante de viajar a Andorra cargado de billetes de 500 euros
MADRID. Actualizado: Guardar«Nadie va por el mundo con bolsas de dinero». Esa fue la respuesta de Jordi Pujol Ferrusola cuando el juez Pablo Ruz le preguntó el lunes sobre las acusaciones de su examante, Victoria Álvarez. Ella fue la que a finales de 2012 y principios de 2013 destapó este caso al asegurar, primero ante la Policía y luego ante Ruz, que había acompañado a su exnovio a Andorra con mochilas cargadas de billetes de 500 euros. El imputado negó de manera tajante esos desplazamientos sobre los que la denunciante nunca ha podido aportar prueba alguna, y achacó la denuncia de Álvarez a su afán de hacer negocio con «exclusivas».
El imputado defendió en todo momento que los 32 millones de euros en divisas que movieron sus empresas durante ocho años y que fueron detectados por la Agencia Tributaria en realidad se trataba de los mismos siete millones de euros, siempre tributados en España, que entraban y salían de sus cuentas.
Además culpó a los bancos de que ese dinero se moviera por trece países extranjeros, muchos de ellos paraísos fiscales. Así, dijo, que él se limitó a invertir en productos financieros, como preferentes, que tienen domicilio fiscal en España, pero que en realidad es el banco el que los mueve en busca de beneficios por terceros países, sin el conocimiento del cliente. Además, el primogénito de los Pujol insistió en varias ocasiones en lo variopinta que es su labor profesional y su preparación a modo de justificar que cobrara de multitued de empresas adjudicatarias de la Generalitat por labores de asesoramiento tan dispares como la inmobiliaria, plantas fotovoltaicas o refinerías petrolíferas.
Ruz interrogó ayer como testigo a Cristina Isabel de Francisco Cotorruelo como socia de Pujol Ferrusola, y su exesposa, Mercè Gironés, en la empresa Project Marketing Cat. De Francisco se desvinculó de todo y afirmó ella que era una mera secretaria de la sociedad, aunque apareciera en el organigrama con un puesto de responsabilidad.