Washington admite en privado la necesidad de enviar tropas para combatir a los yihadistas
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarSi alguien piensa que los bombardeos de EE UU en Siria son inminentes, se equivoca. Estados Unidos no quiere que esto sea un bombardeo intenso y fugaz sino parte de una campaña sostenida en la que habrá tropas terrestres, aunque no sean las suyas. Organizarlo llevará tiempo.
De momento se está organizando la coalición y recogiendo compromisos. El secretario de Estado, John Kerry, asegura que tiene el compromiso de varios países árabes dispuestos a participar no sólo en la ofensiva aérea, sino también en una hipotética ofensiva terrestre. Para no ponerlos en aprietos antes de tiempo, el secretario de Estado se ha guardado el nombre de esos países.
Hay precedentes de cooperación áerea de países árabes en campañas internacionales, pero no muchos. En 1991 los aviones de Arabia Saudí participaron en los bombardeos de las fuerzas de Sadam Husein que habían invadido Kuwait. Y más recientemente, Emiratos Árabes Unidos puso sus aviones al servicio de la coalición internacional que implementó un corredor aéreo en Libia para dar aire a las fuerzas insurgentes que derrotaron a Muamar Gadafi. Cuáles son los países que estarían dispuestos a poner sus hombres sobre el terreno es todavía un secreto de estado.
Estados Unidos insiste, para frustración de la oposición republicana, en que no mandará a sus hombres a luchar cuerpo a cuerpo contra los yihadistas del Estado Islámico, aunque cada día aumenta el número de fuerzas especiales y asesores militares que envía a la zona. A los más de mil existentes se sumarán pronto los 475 que anunció Obama el miércoles. Y aunque el Gobierno no da más pistas, hay quien se atreve a asegurar que antes de final de año habrá cerca de 5.000 pares de botas americanas sobre el terreno, como dijo a la cadena Fox el ex director de la Agencia Nacional de Inteligencia Michael Hayden, sin más elementos que sus propias predicciones.
Campaña bien organizada
El jefe de gabinete de la Casa Blanca Denis McDonough insistió en que ninguno de esos hombres formará parte del ejército que combatirá al EI en Irak ni tendrá capacidad para ordenar bombardeos desde el frente. Su papel será empotrarse con las brigadas locales y contribuir al entrenamiento del ejército iraquí, que EE UU desea nutrir de soldados suníes, para que sean estos mismos los que combatan a los terroristas suníes. La campaña aérea «tendrá que estar muy bien organizada», dijo un alto funcionario del Departamento de Estados a 'The Washington Post', al sugerir que todavía queda mucho trabajo por delante antes de ponerla en marcha. «Militarmente es una situación muy complicada, porque tenemos muchos aviones en el aire en cualquier momento dado y lo que queríamos ser es un elemento coordinador de este esfuerzo».
Desde el Pentágono hasta Arabia Saudí pasando por Turquía, están sobrevolando Siria en estos momentos a la búsqueda de objetivos militares. «Vamos a hacer lo que Siria no ha hecho hasta ahora», sentenció Kerry, en referencia a la destrucción de las madrigueras del EI. El secretario de Estado negó que vaya a colaborar para ello con el Gobierno de Bashar el-Asad, aunque dijo que le comunicará lo que van a hacer por otros canales, «lo que puede ser públicamente».
Será el nuevo Gobierno de Irak el único con el que se cuente en todo momento para coordinar los bombardeos, especialmente porque EE UU prepara a su ejército para rematar la faena por tierra.