![](/cadiz/prensa/noticias/201409/14/fotos/9433073.jpg)
Rubiato: «Marbella me recuerda a Cádiz; estoy muy feliz aquí»
Ascendió en Irún defendiendo los colores contra los que hoy se enfrenta; el ariete madrileño le desea lo mejor a su 'ex'
CÁDIZ. Actualizado: GuardarBorja Rubiato (13-11-84) es un hombre de mundo. Daba la sensación de serlo ya cuando recaló en el Cádiz en la temporada 2008/09, donde ascendió a Segunda siendo un hombre importante pese a estar a la sombra de Mariano Toedtli. Salió del club cadista por la puerta de atrás. Primero como cedido al Huesca, y cuando volvió «ya estaba todo el lío de la Ley Concursal y el entonces director deportivo Roberto Suárez decidió rescindir el contato», recuerda el hoy delantero del Marbella FC. Y desde entonces, Borja no ha hecho más que adquirir madurez, experiencia y vivencias personales como para escribir un libro.
Vistió los colores del Huesca, donde estuvo a las órdenes de Antonio Calderón y de El Alcoraz se fue a defender los colores de un histórico como el Oviedo. «Allí no tuve suerte con las lesiones, pero conocí una hinchada muy fiel, como la del Cádiz de pasional e incondicional. El club se portó genial conmigo, pero no me salieron las cosas en esos dos años. Guardo muy buenos recuerdos de esa ciudad preciosa», apunta.
Del Oviedo pasó al Zamora y del Zamora al Alcalá, cerca de su casa. Allí estuvo seis meses antes de afrontar su aventura americana en los San Antonio Scorpions. «Estuve poco tiempo en Texas, unos cuatro meses, pero todo lo que es salir de tu país es un experiencia que enriquece mucho tanto a nivel deportivo para ver cómo entienden el fútbol allí, como a nivel cultural, ver sus costumbres, aprender el idioma...», cuenta.
Y si en Estados Unidos no estuvo todo el tiempo deseado, algo más estuvo en su siguiente aventura, la que vivió en Irak, un país en permanente estado de alerta. Rubiato vistió el año pasado los colores del Arbil FC, con quien llegó a jugar la Copa de Asia, equivalente a la Champions League. A nivel personal, Rubiato estuvo «muy cómodo, porque la ciudad en la que vivía, Arbil, era la más occidental de la zona del Kurdistan, con usos y costumbres muy similares a los nuestros, a los europeos. La verdad es que estaba muy bien instalado pese a lo que podía pensar antes de firmar por el equipo».
Y si a nivel personal Rubiato se llegó a encontrar como en su casa, no menos le fue en el plano deportivo. «Mi rendimiento estaba siendo muy bueno, estaba marcando goles y en la Copa de Asia las cosas nos estaban yendo bien y yo seguía marcando goles. Pero empezó el verano, llegó la guerra y la Liga se tuvo que parar. Por cuestiones obvias me tuve que volver. Fue una pena porque las cosas estaban yéndome bien y el club estaba contento conmigo».
Ya en España, Rubiato recibió un par de llamadas de Jaime Molina, entrenador del Marbella que se interesó por él. «Me llamó un par de veces para contarme el proyecto a corto-medio plazo que estaban haciendo y no tardé en ilusionarme. Nada más firmar me llamaron del Arbil para volver a contratarme pero ya me había comprometido con el Marbella. Y menos mal, porque según he podido saber la guerra se ha retomado y los terroristas han llegado a entrar en la que era mi ciudad», lamenta el futbolista madrileño.
Recuerdos de Cádiz
Una de las cosas que le motivó del proyecto en Marbella fue su cercanía con Madrid y sus similitudes con Cádiz. «Estoy feliz. Lo primero por el proyecto deportivo, pero también me encantaba la idea de volver a Andalucía. Marbella me apasiona y me recuerda mucho a Cádiz. Estoy muy feliz aquí», reconoce el ariete, al que le han comenzado a ir bien las cosas. «Estoy viendo puerta (lleva dos goles) y el entrenador está muy contento con mi rendimiento. Y lo más importante, tengo una ilusión tremenda y las ganas que nunca he perdido por este deporte».
Rubiato llegó a Cádiz con 22 años y ahora se enfrentará con 29. Desde entonces ha ganado en «madurez y experiencia». Aunque ya no queda nadie de los que fueron sus compañeros, «siempre hace ilusión volver a ver a empleados, el utillero y viejos amigos. Y por supuesto, le deseo lo mejor a ese club, que ascienda. Y si puede ser con nosotros, mejor».
Sobre el partido de hoy, lamenta el mal estado del césped. «Está fatal. Y es una pena porque somos dos equipos que nos gusta jugar bien. De todas formas, se verá un bonito partido», asegura.