La actriz saluda, espléndida, en Cannes. :: REUTERS
Sociedad

Una estrella de alma popular y atormentada

Las memorias de Sophia Loren a sus casi 80 años revelan a una mujer llana y una dura infancia que marcó su constante búsqueda de una familia normal

ROMA. Actualizado: Guardar
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Probablemente no haya nadie en Italia ahora mismo más popular, legendario y querido que Sophia Loren, la última de las grandes estrellas vivas de la edad de oro del cine italiano, junto a Claudia Cardinale y Monica Vitti. Su fulgurante carrera, con un increíble Oscar a la mejor actriz en 1962 por 'Dos mujeres', no siendo una película americana, es la fábula de una niña muy pobre y herida por los traumas familiares que se abre camino en el cine como una fuerza de la naturaleza. Sus memorias 'Ieri, oggi, domani' (Ayer, hoy, mañana), publicadas esta semana en Italia y el 13 de noviembre en España, son un relato apasionante por la época y los personajes que se cruzan en su vida. Pero del mismo modo revelan la fragilidad interior de una estrella que siempre buscó poder formar una familia normal, como la que ella no tuvo.

Trauma familiar

Una madre soltera y un padre ausente

Nacida el 20 de septiembre de 1934 en Roma, su madre se volvió enseguida a Pozzuoli, cerca de Nápoles, al ser rechazada por su novio, que no quiso saber nada de ella ni de la niña. Su madre, Romilda Villani, era una mujer de buen ver que siempre soñó con ser una estrella. De hecho ganó un concurso de dobles de Greta Garbo y el premio era ir a Hollywood, pero sus padres no la dejaron. Toda su vida se redimió con la carrera de su hija, empujándola a los primeros 'castings'. Sofía -la 'ph' vendría luego- se apellidó Scicolone. Nada más nacer casi muere porque la patrona de la pensión donde cayó su madre le dio unas lentejas y su familia hizo un voto a San Genaro. Creció con sus abuelos napolitanos y vio por primera vez a su padre con cinco años

Infancia

Un patito feo en la guerra

La Loren, luego exuberante y expansiva, fue un niña tímida y acomplejada: «No tenía padre y mi madre era demasiado rubia, alta, vivaz y sobre todo no casada. Su belleza excéntrica me avergonzaba. Soñaba con una mamá normal, reconfortante. Rogaba a Dios que no viniera a buscarme al colegio porque me avergonzaba ante mis compañeras». Además eran muy pobres, en una casa llena de gente, y pasaban hambre. Era tan delgada que la llamaban 'Stuzzicadenti', palillo. De los seis a los once años sufrió la guerra y el espantoso asedio de Nápoles, corriendo a refugiarse de las bombas en el túnel del tren.

Primeros pasos

Reina de belleza y fotonovelas

La pequeña Loren estaba enamorada de Tyrone Power y Gregory Peck, pero ni soñaba con ser actriz. Sin embargo, con 15 años la explosión adolescente le hizo pasar de «patito feo a cisne» y hasta su profesor de gimnasia se presentó en su casa para pedirla en matrimonio. En 1949 hubo en Nápoles un concurso de belleza de Reina del Mar y su madre la apuntó con un vestido hecho con las cortinas de casa. Quedó entre las finalistas y se llevó un juego de mantelería y 23.000 liras. También un billete de tren a Roma, el pasaporte para ir a probar suerte a Cinecittà, que entonces despegaba. Fueron allí a las pruebas de 'Quo Vadis', de Mervyn LeRoy. Recuerda la entrevista con el director:

-Do you speak english?

-Yes.

-Is it your first time in Cinecittà?

-Yes.

- What's your name?

-Yes.

Les cayó simpática y la contrataron. Se cambió el nombre a Sofía Lazzaro, porque se decía que su belleza resucitaba a los muertos.

Carlo Ponti

El amor de su vida

En un concurso de belleza, en 1951, conoció al entonces ya célebre productor Carlo Ponti, su futuro marido. Ella tenía 16 años y él 39. La invitó a una prueba, que fue un poco desastrosa: «¡'Dottore', es imposible fotografiarla, tiene un rostro demasiado corto, una boca demasiado grande, una nariz demasiado larga!», se quejaba el fotógrafo. Después Ponti le sugeriría recurrir a la cirugía para retocar la nariz y ella se negó.

El cine

Los encuentros de su vida con De Sica y Mastroianni

Para tener su primer papel protagonista Loren mintió y dijo que sabía nadar, y casi se ahoga. Luego encontró a su otro amor, «cinematográfico, se entiende», Marcello Mastroianni, diez años más grande que él, en 'La ladrona, su padre y el taxista'. Repite, como siempre, que su relación con Mastroianni fue siempre de amistad, de complicidad, sin el más leve escarceo amoroso.

Cary Grant

Romance en Castilla con el galán de Hollywood

En 1956 se acercó a Hollywood por Madrid, donde aterriza para rodar 'Orgullo y pasión', con Cary Grant y Frank Sinatra. El último día de rodaje Grant le pidió que se casara con ella. Le respondió de forma evasiva que necesitaba tiempo. Él contestó con su fino humor: «¿Y por qué no nos casamos primero y luego lo pensamos?». Quedaron como buenos amigos. Grant siguió mandándole flores y notitas y los celos de Ponti a ella le costaron una famosa bofetada en público.

Exilio

Hollywood y huida de los ataques puritanos

En 1957 desembarcó en Hollywood y se casó con Ponti por poderes en México, un matrimonio no válido en Italia, que le dio dolores de cabeza, con denuncias de bigamia y ataques del 'Osservatore Romano'. Vivieron dos años fuera de Italia como un exilio, ante el temor de ser arrestados si ponían pie en el país, porque Ponti se arriesgaba a cinco años de cárcel.

Estrellas

Manos largas de Brando

Rodar con Chaplin fue una de las experiencias de su vida, salvo por la compañía de Marlon Brando, que «a pesar de su atractivo era un hombre que parecía incómodo en el mundo». En una escena se le fue la mano y le tuvo que parar los pies. Deprimido, se alimentaba sólo de helados y fue engordando durante el rodaje. Pero Loren tiene palabras de simpatía para todo el mundo. Con Omar Shariff hizo un concurso del plato de berenjenas de sus respectivas madres.