Noruega quiere alquilar 300 plazas en prisiones de Holanda ante la falta de espacio
El acuerdo permitirá a Oslo evitar el hacinamiento mientras lleva a cabo labores de mantenimiento en varios penales
OSLO. Actualizado: GuardarEl Gobierno de Noruega estudia alquilar plazas en las prisiones holandesas con el objetivo de aliviar su sistema carcelario, ya que en este momento cuenta con unas 1.300 personas condenadas a penas privativas de libertad que no tienen espacio en las prisiones del país nórdico. Los planes de Oslo apuntan al envío de hasta 300 reos con largas condenas o extranjeros con orden de expulsión pendiente a Países Bajos en el primer semestre del próximo año, según informó ayer el canal local TV2.
«La necesidad imperiosa hace que las medidas deban ser estudiadas a corto plazo y el alquiler de plazas carcelarias en el extranjero contribuiría a ello. Con ese trasfondo el departamento ha iniciado conversaciones con Holanda sobre un posible alquiler de plazas», precisó el ministro noruego de Justicia, Anders Anundsen, en un comunicado. El acuerdo permitiría a Noruega evitar el hacinamiento en sus cárceles mientras lleva a cabo labores de mantenimiento en varias instalaciones. El Gobierno invertirá en los próximos meses más de 400 millones de euros en renovar su sistema carcelario.
Segundo intento
La tasa de encarcelamientos del país nórdico es de alrededor de 72 por cada 100.000 personas, aproximadamente una décima parte que en Estados Unidos, mientras que la tasa de reincidencia de Noruega se sitúa en torno al 20%, entre las más bajas del mundo. Las cárceles noruegas son conocidas por sus esfuerzos en la reinserción de los internos, ya que los delincuentes no violentos a menudo son enviados a prisiones abiertas, en las que existe un relativo movimiento libre de personal, puestos de trabajo e instalaciones de ocio.
Holanda ya ha alquilado durante años plazas en sus cárceles a países como Bélgica, aunque según admitió ayer el propio ministro Anundsen para llegar a un acuerdo en este momento sería necesario solucionar «problemas prácticos». Noruega ya intentó hace unos meses arrendar plazas en prisiones suecas, pero Estocolmo acabó rechazando la propuesta aludiendo problemas jurídicos.