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Bachelet refuerza la seguridad tras el atentado en un centro comercial

Un ataque con una bomba casera, el vigésimonoveno en lo que va de año, siembra el pánico en la capital chilena

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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Indignada con el atentado en un centro comercial del metro que dejó el lunes causó 14 heridos, la presidenta Michelle Bachelet advirtió ayer que su Gobierno «no va a permitir que un grupo reducido de terroristas y cobardes asusten a la mayoría que quiere vivir en paz», por lo que prometió «detener y castigar a los responsables con todo el peso de la ley». La bomba, un artefacto casero de pólvora negra con un temporizador, explotó poco después de las dos de la tarde en el centro comercial Subcentro, junto a la estación Escuela Militar del metro, en el barrio capitalino de Las Condes, por donde pasan cada día unas 50.000 personas.

El fiscal Christian Toledo reveló que hay abiertas «varias líneas de investigación» sobre la autoría del atentado y que en cualquier caso sería más de dos personas. «Estamos trabajando con la mayor celeridad posible, no puedo prometer ningún resultado», se disculpó el funcionario. Unos 60 testigos fueron convocados a declarar. Según la Policía, dos individuos de unos 30 años, con ropa deportiva, fueron vistos cerca del contenedor donde estalló la bomba. Los sospechosos se alejaron raudos en un automóvil al que se subieron a escasos metros de la parada. Una de las versiones sugiere que el ataque se produjo en respuesta a la ratificación de la condena de tres personas por el robo a un banco y el asesinato de un policía en 2007. El pronunciamiento de la Corte se había conocido horas antes y confirmó -entre otras- la pena a 42 años de prisión de Juan Aliste Vega, exmiembro de la agrupación de extrema izquierda Lautaro.

El atentado con bomba -que no ha sido reivindicado- es el vigésimonoveno en lo que va del año. La mayoría de las veces los explosivos fueron desactivados. Hasta ahora ninguno de los ataques causó víctimas mortales pero el del lunes es el primero que ocurre en un lugar y hora de gran afluencia de público desde la recuperación de la democracia en 1990. La explosión provocó heridas de gravedad a siete personas -una empleada de limpieza sufrió la amputación del dedo anular y otras lesiones- y el resto sufrió daños auditivos. «Había mucha gente tirada en el suelo, unas 70 u 80 personas», declaró una de las heridas, Rossana Francesconi. «La gente estaba asustada, sangrando», añadió. Para otra testigo, Silvana Bobadilla, el centro comercial «parecía un campo de batalla» por el humo y los heridos.

La presidenta estaba muy afectada sobre todo cuando supo que su madre, Angela Jeria, estaba en ese momento haciendo compras en el centro comercial acompañada por sus escoltas. Para dar una señal de unidad frente a la amenaza, el Gobierno ha convocado para hoy a los líderes de los partidos de la oposición. El Gobierno socialista propondrá este mes una reforma de la ley antiterrorista al Congreso para poder adoptar «acciones que permitan una mayor seguridad para los chilenos».