Ucrania inicia el intercambio de presos
Los rebeldes liberan a 1.200 rehenes a la espera de que Kiev deje en libertad a los suyos esta semana
MOSCÚ. Actualizado: GuardarEl presidente ucraniano, Petro Poroshenko, acudió ayer a la ciudad portuaria de Mariúpol, en el mar de Azov, para dar ánimos a sus pobladores y anunciar que, a tenor del acuerdo alcanzado el viernes en Minsk (Bielorrusia), las milicias prorrusas han liberado ya a 1.200 prisioneros. Mariúpol, que se encuentra en la provincia de Donetsk y alberga provisionalmente la administración regional legítima, está siendo hostigada desde el este por las milicias separatistas que, según Kiev, cuentan con la ayuda de tropas rusas. Puede que Mariúpol hubiera caído ya en manos de los rebeldes de no ser por el pacto de alto el fuego firmado en Minsk.
Tras tomar Novoazovsk, localidad situada 40 kilómetros más hacia el este, los destacamentos prorrusos pusieron rumbo la semana pasada hacia Mariúpol y llegaron hasta su extrarradio. La tregua hizo que la intensidad de los combates disminuyera, pero sin llegar a su cese completo. El domingo caían todavía bombas sobre la ciudad, causando la muerte de una mujer joven. Ayer, durante la visita de Poroshenko, la situación era algo más tranquila, pero se escuchó también el cañoneo de las baterías insurgentes.
«Esta es nuestra tierra y no se la vamos a entregar a nadie», dijo el presidente ucraniano a sus soldados. Aseguró que la defensa de Mariúpol ha sido reforzada y que, si el enemigo se aventura a avanzar, «sufrirá una demoledora derrota (...) pero haremos todo lo posible para resolver esta situación por la vía política». Al mismo tiempo, Poroshenko anunció que, según lo estipulado en el protocolo firmado en Minsk, los separatistas han liberado a 1.200 prisioneros y rehenes ucranianos en los últimos cuatro días. Según sus palabras, aún deberá ser puesto en libertad cerca de otro millar de personas antes de que termine la semana. Kiev deberá hacer lo mismo en estos días con los rebeldes apresados durante los cinco meses que dura el conflicto.
Llamada a Putin
Ambas partes denuncian a diario casos de violación del alto el fuego. A lo largo de la jornada de ayer, según fuentes militares ucranianas, la tropas de Kiev fueron tiroteadas en cinco lugares distintos del este del país. La tregua, no obstante, se mantiene en términos generales.
Pese a ello, el presidente de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), el suizo Didier Burkhalter, se muestra muy poco optimista con el futuro cumplimiento del alto el fuego. Según su opinión, para que las hostilidades no vuelvan a estallar hace falta avanzar en el «diálogo nacional en Ucrania». Aquí, efectivamente, la situación es complicada, ya que Poroshenko pretende preservar la unidad del país mientras que los separatistas se resisten a renunciar a la independencia.
El presidente ucraniano y su homólogo ruso, Vladímir Putin, hablaron ayer una vez más por teléfono y, según el Kremlin, acordaron proseguir las negociaciones para acabar definitivamente con la guerra en el este de Ucrania. «Hablaron de los pasos a dar para propiciar una salida pacífica a la situación (...) el diálogo habrá de continuar», decía la nota de prensa emitida ayer por la Presidencia rusa. Es la tercera conversación telefónica entre ambos en una semana.
Por su parte, la ONU cuantifica en 2.720 personas, entre civiles y combatientes de ambos bandos, las que han perdido la vida en el conflicto en el este de Ucrania desde el mes de abril. Esta cifra no incluye a las víctimas del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, derribado el pasado 17 de julio.