Trasladan a Ashya King a Praga para someterlo a un nuevo tratamiento

Ashya King, el niño británico de cinco años con un grave tumor cerebral, ingresó ayer en el hospital infantil de Motol de Praga después de haber permanecido hospitalizado en Málaga desde el pasado 30 de agosto.

El pequeño viajó hasta la capital checa en un avión privado medicalizado contratado por la familia. Ésta era una de las condiciones que los médicos que le han tratado en Málaga a lo largo de los últimos días habían impuesto de cara a dar el visto bueno al traslado.

Según explicaron los facultativos del hospital checo, el primer paso será verificar el estado del tumor y si se ha producido metástasis. Después, se decidirá el tratamiento más adecuado aunque en principio no se plantea someter al niño a sesiones intensas de quimioterapia. También se ha descartado por ahora una transfusión, una posibilidad especialmente polémica para su familia, que pertenece a los Testigos de Jehová. Ésta fe prohíbe las transfusiones a sus fieles.

Todo apunta a que Ashya será sometido a una terapia de protones. Este tratamiento destruye las células cancerosas irradiándolas con un haz de partículas. Su ventaja radica en que se puede dirigir hacia las zonas afectadas por el tumor sin dañar las sanas. Precisamente, los King huyeron del Reino Unido porque, justificaron, la quimioterapia a la que se pretendía someter allí a su hijo acabaría por dejarlo en estado vegetativo. En cualquier caso, los médicos checos señalaron la gravedad del estado de salud del pequeño. «Es un tumor muy maligno y nuestros oncólogos tienen que tener certeza de que no volverá a crecer o dar lugar a metástasis por la espina dorsal, lo que modificaría la decisión médica», detallaron.