La ANC llama a celebrar la «Diada definitiva»

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural, las entidades que organizan el acto independentista del 11 de septiembre en Barcelona, se muestran confiados en que este año lograrán superar las cifras de participación de ediciones anteriores y que la Diada del próximo jueves será la «definitiva». A su juicio, el año que viene ya no tendrán la necesidad de reivindicar nada, ya que estarán inmersos en la construcción de un país nuevo. «Llenaremos las calles para llenar las urnas», reza el lema de la protesta, que marcará el proceso político de Cataluña en los próximos meses, hasta el 9 de noviembre.

Carme Forcadell, presidenta de la ANC, principal motor movilizador del soberanismo, se mostró ayer convencida de que el 9-N habrá consulta, que la decisión sobre su celebración depende en exclusiva de los catalanes, independientemente de lo que diga el Constitucional, y que ni el 'caso Pujol', ni las continuas peleas entre CiU y Esquerra conseguirán rebajar la ola independentista que, según sus previsiones, el próximo 11 de septiembre formará la manifestación «más masiva de la historia de Europa». Un reto «enorme y colosal», dijo Forcadell, que tiene como referencia las entre 600.000 y 1,6 millones de personas, según la Delegación del Gobierno o la ANC, respectivamente, que el año pasado acudieron a la cadena humana.

Este año, la movilización consiste en una 'V' humana que unirá la Gran Vía y la Diagonal de Barcelona y que tratará de formar un mosaico gigante con la bandera catalana.

Cansancio y «guerra sucia»

De momento, sus impulsores -los mismos que los actos de la Diada de 2012 y 2013- cuentan con más de 400.000 inscritos, una cifra algo menor que el año pasado (455.000). Por ello, Forcadell hizo una última llamada a los que están «cansados» de movilizarse y a los que creen que manifestarse no sirve de nada.

La ANC denunció ayer prácticas de «guerra sucia» que intentan «desmovilizar» a sus militantes, después de que apareciera en Facebook una lista con los nombres, DNI y correo electrónico de miles de socios de la Asamblea. En un principio se atribuyó la ofensiva a Anonymous, pero la ANC negó haber sufrido un ataque informático. Horas después, admitió que los datos que habían sido filtrados correspondían a un registro creado para la asamblea general que la entidad celebró en el mes de abril. Al parecer, algún pirata informático habría conseguido entrar en la base de datos de la web de la organización soberanista.