Francisco acaricia a un bebé a su llegada a la plaza de San Pedro del Vaticano. :: FABIO FRUSTACI / EFE
Sociedad

Francisco amonesta a una multinacional alemana por los despidos que planea

El Papa advierte a las grandes empresas de que con el trabajo «no se juega» y se solidariza con los obreros de la acería italiana de Terni

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El Papa acaba de echar un cable a los trabajadores de la acería italiana de Terni, que vive desde hace tres años en la incertidumbre. De la siderúrgica comen 3.000 familias (entre empleos directos e indirectos), pero los planes que alberga el grupo alemán ThyssenKrupp, propietario de la planta, no son nada halagüeños. El Papa argentino ha dado a conocer al mundo la angustia de los obreros de Terni y ha arremetido contra las intenciones del grupo industrial de acometer una drástica reducción de plantilla en la empresa. El pontífice, que considera imprescindible que el Evangelio impregne el mundo de la empresa, advirtió a las grandes compañías de que con el trabajo «no se juega», informa AFP.

«Aquellos que por razones económicas eliminan trabajo deben saber que quitan la dignidad al trabajador», aseguró Jorge Mario Bergoglio, cuya preocupación por los problemas sociales está más que acreditada.

Aunque la multinacional alemana está remontando este año las pérdidas sufridas a finales del año pasado, el grupo, conocido por la fabricación de ascensores, está inmerso en un proceso de reducción de costes que mantiene en la zozobra a los trabajadores. ThyssenKrupp ha sufrido una importante sangría con sus fábricas de acero en Estados Unidos y Brasil, lo que se va a traducir en recortes de empleos en Europa. Y la acería de Terni está en el punto de mira de los gestores.

«Manifiesto mi profunda preocupación por la grave situación que viven tantas familias de Terni debido a los planes de la empresa ThyssenKrupp», dijo ante las 20.000 personas que se congregaron ayer en la plaza de San Pedro para escucharle.

La adhesión del Papa a la causa de los trabajadores de la acería italiana ha hecho recordar las simpatías políticas de juventud de Bergoglio. Algunos biógrafos del obispo de Roma, como el argentino Mariano de Vedia, le atribuyen querencias hacia la rama del movimiento peronista que aboga por la justicia social. En los años 50, un adolescente Bergoglio entró a la escuela luciendo una insignia peronista, lo que le valió una amonestación del secretario del colegio ante la resistencia del joven a desprenderse de ella. A mediados del siglo pasado, las autoridades educativas desalentaban la militancia política entre la juventud argentina ante la exacerbación del clima político del país. Por eso estaba prohibido que los estudiantes llevaran insignias partidarias e hicieran manifestaciones políticas.

Al margen de supuestas afinidades políticas y anécdotas de la niñez, el pensamiento social del Papa está plasmado en la exhortación apostólica 'Evangelii Gaudium', publicada en otoño de 2013, lo que le granjeó algunas invectivas de los neoconservadores estadounidenses. En ese documento Francisco carga contra «los intereses del «mercado divinizado» y la sacralización de algunas tesis tenidas por dogmas irrebatibles, como por ejemplo que el crecimiento económico conlleva por sí solo una mayor equidad. Al calor de estas aseveraciones los neconservadores estadounidenses tacharon de «marxista» al pontífice.

Por otra parte, el papa Francisco se permitió hacer una broma con las parejas de recién casados que se hallaban ayer presentes en la plaza de San Pedro para participar en la audiencia general «Hay que tener valor para casarse hoy en día. Vosotros sois unos valientes», proclamó el pontífice al saludar a los matrimonios que, ataviados con sus trajes de novios, tienen por costumbre acudir cada miércoles a la plaza de San Pedro.