El juez deja libres a los padres del niño británico que sufre un tumor

La Fiscalía británica anunció ayer que retira la orden de detención y entrega que emitió contra los padres de Ashya King, el niño británico de cinco años que padece un tumor cerebral y a quien sus progenitores sacaron sin consentimiento médico de un hospital londinense donde recibía tratamiento.

Los padres, que ayer permanecían retenidos en comisaría, fueron arrestados el pasado sábado en la localidad malagueña de Benajarafe por las fuerzas de seguridad españolas, en virtud de la orden de detención europea emitida por Reino Unido que pesaba sobre ellos. La Fiscalía británica afirmó que «está en proceso de comunicar» su decisión a la justicia española «para que [los padres] puedan reunirse con su hijo lo antes posible». A última hora de la tarde el juez de guardia de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ordenó su puesta en libertad.

El primer ministro británico, David Cameron, aplaudió la decisión de la Fiscalía de retirar las acusaciones y consideró que «es importante que este niño reciba tratamiento y el amor de su familia». El viceprimer ministro, Nick Clegg, también criticó la dureza con que se ha perseguido a esta pareja, padres de siete hijos. Unas 100.000 personas habían firmado una petición al Gobierno británico para que se suspendiera su proceso de extradición.

Los padres de Ashya decidieron llevarse a su hijo del hospital porque consideraban que no estaba recibiendo los cuidados adecuados y acusaron al centro de no aplicarle un tratamiento «más efectivo» y que no cubriría la seguridad social británica. Según aseguran, viajaron a España con la intención de vender una residencia veraniega de su propiedad y poder así costear un tratamiento en la República Checa que preferían aplicar al pequeño.