No hubo indulto para la caballa
Antonio Rivas sentenció el verano en la Caleta con un pregón participativo junto a Aurora Martínez, que le dio la réplica
CÁDIZ. Actualizado: GuardarDe riguroso negro y con una pena que se hacía alegría a ratos, la Caleta enterró ayer el verano. No importó que el termómetro se acercara a los treinta grados durante la tarde ni que los últimos días de agosto tengan aún cara de julio. El cortejo que acompañó a la caballa ya sentenciada recorrió un año más las calles de La Viña, donde recibió el cariño de los vecinos. Asomados a las ventanas decían adiós al cesto coronado con tan hermoso pescado que debía morir en las llamas.
No faltó charanga ni el llanto camuflado con risas de las viudas alegres. Los más pequeños también participaron de esta tradición que se va acercando a la treintena. La procesión cogía por sorpresa a algunos turistas que paseaban por el entorno de la playa y mezclaban entre con curiosidad entre los asistentes para llevarse la foto de recuerdo de tan peculiar procesión.
Y mientras la diversión se paseaba por la calle, el pregonero daba los retoques a su actuación. El autor Antonio Rivas tomó el testigo de Julio Pardo e intentó darle la vuelta a un pregón en el que quiso reivindicar la presencia de la mujer en los actos del mundo Carnaval. Con toga negra y puñetas, ataviado como un juez, apareció en el escenario el pregonero para hacer justicia. Y para sorpresa de los asistentes, le acompañaba Aurora Martínez, diosa de la fiesta en 1991 y excuartetera, que le ponía el rostro más bonito a la caballa en estos 29 años de tradición. Rivas fue el tono serio y acusador que recibía la réplica de una acusada Aurora, con lomo y cola plateados, que llevaba la firma de Artifex.
El pregonero reconocía momentos antes de su aparición que ha querido hacer algo diferente, «porque el año pasado Julio alternó párrafos que enlazaban con las coplas y este vamos a hacer la actuación de corrido». El autor quiso destacar la presencia de su compañera de escenario que es la primera mujer que interviene directamente en el pregón. Reconoció que «le gustaría que fuera un toque de atención para que se tenga más en cuenta la labor que realizan tantas mujeres en nuestra fiesta» y confía en que el Club Caleta, organizador de este evento, lo tenga en cuenta para las próximas ediciones.
Fue después del pregón y la quema de la caballa llegó el turno de las coplas a cargo de la compara de José Luis Bustelo (Los cuenterete) y la chirigota Los siento Patxi, no todo el mundo puede ser de Cádiz, que recordó al desaparecido José Antonio Gómez Rodicio, al que siguen rindiendo homenaje con cada actuación. La comparsa 'Los Gallitos', de Nene Cheza también se subió al escenario para ponerle el broche a este Entierro de la Caballa que no podía decirle adiós al verano sin escuchar una vez más a otro de sus pregoneros, José Manuel Braza 'el Sheriff', que interpretó con su grupo una antología de cuplés.
Los fuegos artificiales llegaron pasada la medianoche poniéndole punto y final a un verano al que aún le quedan más tardes de playa.