Acoso a menores

A punto de empezar las clases del nuevo curso 2014/15, irremediablemente se volverán a producir casos de acoso escolar. Los culpables de que esto se repita son, principalmente, los administradores y el personal docente de los colegios y centros educativos, al no dedicar la atención y el estado de alerta que esta lacra merece. La Defensora del Pueblo debiera trabajar para que la legislación jurídica imponga sanciones ejemplares que hagan desistir y pensárselo dos veces a los acosadores y así evitar desgracias de casos anteriores como suicidios de algunas víctimas o la venganza de algún padre sobre los acosadores. Siempre existirán los acosadores, seres malignos que ejercen su maldad contra los indefensos, bien sea por llamar la atención o por crueldad, por lo cual la ley debe ser intransigente con estos individuos, sancionándolos como se merecen y evitando que causen daño alguno a sus congéneres, ya que semejantes no es la palabra adecuada en estos casos.

Hay informaciones que son como un goteo continúo y persistente, y a base de repetirse dejan de tener importancia para el lector. Los alijos de tabaco en el Campo de Gibraltar, la droga y la inmigración generan titulares casi todos los días y parece que no hay forma de acabar con ellos. No dudo del empeño de la Guardia Civil y de las autoridades pero me pregunto si en ocasiones no se está siendo muy permisivo en las actuaciones.

Lo importante es terminar las obras. Basta ya de polémicas y discusiones entre cada uno de los implicados. Lo que hay que hacer es seguir avanzando en la construcción de esta infraestructura vital para la ciudad de Cádiz y para toda la Bahía.

Los que vivimos en la zona no llevamos un susto importante porque el incendio fue de unas dimensiones considerables. No se quién tiene que ocuparse del mantenimiento de estos inmuebles pero no somos los vecinos los que tenemos que cargar con ello.