Europa eleva la presión sobre Putin
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa Unión Europea está decidida a no achicarse y mantener el pulso hasta las últimas consecuencias a una Rusia que continúa haciendo oídos sordos a los numerosos llamamientos internacionales para que deje de maniobrar militarmente en el este de Ucrania. Anoche, los jefes de Estado y de gobierno de los Veintiocho, reunidos de forma excepcional en Bruselas para elegir, precisamente, a Federica Mogherini como nueva jefa de la diplomacia comunitaria en sustitución de Catherine Ashton, se mostraron favorables a incrementar aún más las sanciones económicas sobre Moscú tras la invasión militar denunciada esta semana por Kiev y certificada por la OTAN, que elevado el tono de sus advertencias abriendo además su puertas a que Ucrania se sume a la Alianza Atlántica en un futuro. Una opción que cambiará por completo el tablero geoestratégico vigente y que podría provocar un escenario de condiciones imprevisibles.
«Estamos en una situación muy grave, yo diría que dramática. Podemos alcanzar un punto de no retorno. Si el aumento de la tensión continúa, este punto de no retorno puede llegar. Aún no es demasiado tarde para encontrar una solución política. En la UE no tenemos ningún interés en entrar en una confrontación con Rusia y creo que Rusia no debería tener ningún interés en enfrentarse a la UE», advirtió el todavía presidente de la Comisión.
Y es que Jose Manuel Durao Barroso, junto al presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, se reunió por la mañana con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que viajó a Bruselas como invitado de última hora para participar en la cumbre y explicar de primera mano a los líderes comunitarios cuáles son las últimas novedades de un conflicto con los rebeldes prorrusos que ya comienza a parecerse demasiado a una guerra. Así lo aseguró sin ningún tipo de reparo la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaité, a su llegada a la cumbre: «Rusia se ha implicado de forma directa y abierta y está en una situación de guerra contra Ucrania, es decir, contra un país que quiere estar más cerca de Europa. Eso significa que Rusia está prácticamente en guerra contra Europa».
La gran mayoría de los líderes comunitarios no dudaron en mostrar su preocupación por la «extrema gravedad» de la situación que se está viviendo en el este de Ucrania. «Lo que está pasando es tan grave que el Consejo Europeo está obligado a reaccionar aumentando el nivel de las sanciones», afirmó el presidente francés, François Hollande. «Creo que tenemos que reaccionar», apostilló.
Visión compartida
Una visión también compartida por el premier británico, David Cameron, que calificó de «completamente inaceptable» la presencia de tropas rusas en territorio ucraniano, al tiempo que advirtió de que habrá «consecuencias» para Rusia si la situación no cambia. «Los países europeos no deberían reflexionar mucho para entender hasta qué punto es inaceptable, lo hemos aprendido a lo largo de nuestra historia. Debe haber consecuencias si esta situación continúa», recalcó en tono firme. Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, se limitó a reiterar que la situación es «muy seria» por las continuas «vulneraciones de la integridad y la soberanía ucraniana», denunciadas también por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
La decisión de ayer supone una nueva vuelta de tuerca a las primeras sanciones económicas aprobadas a finales de julio por la UE después del derribo del avión MH17 de Malaysia Airlines sobre Ucrania, que dejó más de 300 víctimas, 200 de ellas europeas. Moscú respondió al momento con el veto a los alimentos comunitarios. Desde entonces, todo ha ido a peor. La presencia militar de Rusia en la frontera se ha incrementado y los rebeldes se muestran más fuertes que nunca gracias a la ayuda armamentística del Kremlin.
Poroshenko, en este sentido, denunció que Ucrania está siendo «objeto de una agresión militar externa y de terror». «Miles de tropas extranjeras y centenares de tanques extranjeros están ahora en nuestro territorio con un alto riesgo no sólo para la paz y estabilidad en Ucrania sino para la paz y estabilidad en toda Europa». Tras recordar que el objetivo de las sanciones es «crear un motivo para negociaciones reales encaminadas a rebajar las tensiones», aseguró que espera que «en los próximos días, a partir del lunes, podamos demostrar progresos en las negociaciones. Queremos la paz y no la guerra, pero estamos demasiado cerca del punto en el que no se podrá volver al plan de paz», advirtió.