Con más puntería de cara a puerta

Este año tiene la estela de favorito y esa presión juega en contra del San Fernando. Pero ayer no le pesó y mostró su superioridad ante la Peña Deportiva Rociera, llevándose el encuentro con un contundente cuatro a cero. Un partido en el que el conjunto isleño mostró destellos de la calidad que atesora y del nivel que puede alcanzar una vez que tenga mayor rodaje, pero que también dejó entrever varios aspectos a mejorar.

Hubo fases en las que perdió el control del juego, en las que tuvo demasiada aceleración y fallos de pases. Junto a otros momentos en los que jugó con claridad, con combinaciones rápidas y cambios a la espalda de los defensas. Aunque lo que más destacó fue su juego por las bandas, abriendo el campo y su efectividad, sin desperdiciar ningún balón de peligro.

El primer susto lo dio a los pocos segundos los visitantes, aunque David Zamora se mostró muy seguro en las intervenciones que tuvo a lo largo del encuentro. Pronto se le puso de cara al conjunto isleño. Ezequiel, que fue uno de los mejores, puso un centro al área pequeña que Pablo Aguilera no alcanza por poco en el primer palo, pero que sí remacha Dani Martínez en el segundo a los 19 minutos. En estos momentos el control era del San Fernando y Ñoño se echó el ataque de los azulinos a la espalda.

Y antes de que acabara el segundo tiempo, los visitantes se quedaron con uno menos por expulsión por doble amarilla del lateral Carlos. Con superioridad para el San Fernando, tanto en el campo como en el marcador, se reanudó el juego y, aunque parecía que iba a ser más sencillo, la Rociera comenzó dominando y jugando mejor con diez que con once.

Estocada en el momento clave

Poco a poco se consiguieron estirar los pupilos de Masegosa en el campo hasta que en el 54', tras un toma y daca en ambas porterías, dieron la estocada al partido con una picardía de Ñoño que sacó rápido a Ezequiel para que volviera a poner un centro al interior del área con fuerza y raso, y Dani Martínez metiera de nuevo el pie.

Con el dos a cero y un jugador menos, los visitantes se entregaron y el San Fernando mostró su mejor cara. Sobre todo dando un recital de pases a la espalda de los defensas para que los hombres de bandas pusieran balones a dentro del área.

Así un esférico elevado llegó a Carballat, que hizo un sombrero a su marca de primer toque para correr el carril y volver a centrar una pelota que caería esta vez a los pies de Jorge Herrero. Ya con el tres a cero en el marcador, los azulinos se relajaron un poco más y perdieron algo de intensidad en el choque, si bien tuvieron el encuentro estuvo controlado a excepción de un par de momentos en el que el Rociera metió el miedo en el cuerpo con buenas aproximaciones que se quedaron solo en eso.

El San Fernando se gustaba a la contra y era el que llevaba el mayor peligro, hasta que Sergio Iglesias igualó la contienda en cuanto a jugadores en el campo, al ser también expulsado por doble amonestación en un lance del juego innecesario, tanto por el resultado como por lo que restaba para finalizar el partido. Hubo tiempo para que el San Fernando aumentara su renta y en el 88' Javi Forján transformó una pena máxima que él mismo había provocado en una jugada en la que falló un gol cantado.