Bernard Tapie.
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El 'caso Tapie' atrapa a Christine Lagarde

La Justicia francesa imputa a la directora del FMI en una investigación por corrupción de su época de ministra de Economía

PARÍS. Actualizado: Guardar
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Christine Lagarde ha cruzado el Atlántico, de vuelta a Washington, en condición de imputada por el 'caso Tapie', un asunto de corrupción que le persigue desde el año 2008, cuando era ministra de Economía de Francia, y que está un paso más cerca de darle alcance. Aunque para ello, la justicia gala tendrá que derribar la inmensa fortaleza que protege a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), puesto que ocupa desde 2011 y del que, aseguró ayer, no piensa dimitir.

Antes de abandonar París, donde estuvo declarando el pasado martes durante quince horas, Christine Lagarde explicó que la Corte de Justicia de la República, una instancia que juzga exclusivamente a los ministros o exministros por delitos cometidos durante sus mandatos, le había imputado por «negligencia» en el caso de las presuntas irregularidades en el pago de una indemnización millonaria al empresario Bernard Tapie. Los abogados de la directora del FMI consideran la imputación «totalmente infundada» y apelarán la decisión.

Era la cuarta vez que Lagarde declaraba ante esta instancia, que pretende determinar si hubo corrupción en la atribución en 2008 de una indemnización de 403 millones de euros al empresario Bernard Tapie por la supuesta pérdida que sufrió después de que la empresa Adidas, que le fue confiscada y atribuida al banco Crédit Lyonnais, de titularidad pública, fue vendida por la entidad financiera al empresario Robert Louis-Dreyffus a un precio que Tapie consideró muy inferior al de mercado. El litigio que inició entonces (1993) duró años y para cerrarlo, Lagarde ordenó en 2008 un arbitraje privado, en lugar de uno público (por la participación estatal en la titularidad del banco), que impuso esa indemnización millonaria.

Esta vez fueron los tribunales los que consideraron que la cantidad que recibió Tapie era más elevada de lo necesario, lo que se relacionó en algunos medios con la amistad entre el empresario y el entonces presidente, Nicolás Sarkozy. La investigación descubrió una carta en la que Lagarde ordenaba el arbitraje privado, pero ella negó haberla firmado y desvió la responsabilidad a su jefe de gabinete, Stéphane Richard, quien aseguró que actuaba por orden de la ministra. Richard es ahora presidente del operador de telecomunicaciones Orange. Los jueces también consideran que Lagarde no atendió varios informes en los que la Agencia Francesa de Participaciones del Estado alertaba contra el peligro del arbitraje privado. Lagarde negó haberlos recibido y ante algunas pruebas de la llegada de esos documentos a su entorno, aseguró no haberlos leído.

Hasta ahora, la Justicia no había dado el paso de la imputación y mantenía su estatus de 'testigo asistido' una situación que le permitía tener acceso al sumario. La exministra de Economía francesa restaba ayer importancia a esta novedad en el proceso. «Después de tres años de investigación y docenas de horas de preguntas, el comité concluyó que no era culpable de infracción alguna y se limitó a asegurar que había sido insuficientemente vigilante durante el proceso de arbitraje», aseguró en un comunicado. En la sede del FMI la esperan para conocer los detalles. El portavoz de la organización Gerry Rice dijo a la agencia Efe que «la directora de la institución está de camino a Washington y, por supuesto, informará al Directorio Ejecutivo tan pronto como sea posible».

Sucesora de Strauss-Kahn

Christine Lagarde fue elegida directora gerente del Fondo Monetario Internacional en 2011, en plena tormenta por la renuncia forzada del anterior director, Dominique Strauss-Kahn, envuelto en un escándalo sexual que terminó en los tribunales. La imagen de la institución quedó muy tocada, pero el trabajo de Lagarde en la gestión de los planes de rescate financieros en la zona euro han devuelto al FMI cierto prestigio que el organismo reconoce y agradece. «Hechos como este no son positivos, pero Lagarde ha sido más bien eficiente en su conducción del FMI. Este caso no ha afectado a la forma en que está dirigiendo la institución», aseguró a la AFP Desmond Lachman, exfuncionario del Fondo.

Mientras tanto, los tribunales franceses mantienen la acusación por «estafa en banda organizada» contra cinco personas, entre ellas el exdirector de gabinete de Lagarde cuando era ministra y el propio Tapie, cuya estrella por ahora no se apaga. Según datos de junio de 2013, el empresario había invertido la indemnización cobrada por Adidas en la compra de un yate de 76 metros de eslora con bandera de la isla de Man (entre 40 y 70 millones), una mansión en Saint-Tropez de 500 metros cuadrados y parque privado (47 millones), una avioneta matriculada en Malta (entre 17 y 23) y el 50% del grupo de prensa Hersant Media. Además era dueño de un céntrico palacete en París de 1.500 metros habitables, patio de 372 y jardín de 885 (entre 30 y 45 millones).