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Un paseo por el origen del vino
El término municipal de El Puerto contiene una ruta en la cual se pueden visitar 19 casas de viñas y en donde el visitante puede recorrerla andando, en bici o incluso a caballo
EL PUERTO. Actualizado: GuardarComo si de Keanu Reeves o Aitana Sánchez-Gijón se tratara en la película 'Un paseo por las nubes', los portuenses o los foráneos que visiten la ciudad también pueden vivir ese paseo por los diferentes viñedos que ofrece el término municipal.
La clave de la calidad del vino se vive desde su primer momento en la tierra y al sol, es una de las primeras cosas que enseñan cuando visitas una de las 19 casas de viñas que se encuentran en el Pago de Balbaína. Con un recorrido cercano a los 11 kilómetros y una dificultad considerada baja, los senderistas podrán conocer la historia de este pago en el cual desde el siglo XVII ya tenía haciendas de importantes comerciantes de cargadores de Indias. Balbaína está considerado como uno de los mejores pagos vitivinícolas del Marco de Jerez-Sherry. El itinerario de la ruta discurre por las casas de viña que se encuentran a los lados de los caminos del Polvorista o del Tejar, de Regla o de Barceló y de Araníbar o de la Tula. Comenzando su camino en la carretera Jerez-Rota, frente a la venta El Cepo.
Las casas de viñas
Durante el camino se pueden visitar un total de 19 casas, empezando con el El Limbo y Santa Ana, una viña de 1786, la cual recibió ese nombre cuando durante unos años entre 1793 y 1806 no se sabía de quién era la propiedad de la misma; le sigue la Viña La Rosa, una viña que perteneció a la familia Urruela, la cual hizo fortuna en Guatemala por los años 1820. Viña Boullet, aunque fue modificada posteriormente, es una de las más antiguas de El Puerto. Viña El Carmen, perteneció en sus inicios al regidor del Ayuntamiento constitucional de 1812, Basilio Pérez. Viña Pineda, creada en el siglo XVIII, a finales del siglo XX formó parte de los viñedos de Osborne. Viña Las Tablillas, de 1786 la denominación de tablas se le aplica a las fajas de tierra comprendidas entre las filas de árboles. Viña Majuelo Laffite, en un primer momento su origen se cree que pudo ser para guardar los aperos de la viña. Viña María Manuela, el nombre proviene de la esposa del dueño de la viña, el comerciante Guillermo Lobé. Viña Barceló, fue comprada en 1793 por un comerciante de Gerona a la aristocracia local. Viña La Palma, se divide en dos, la más extensa del término de Jerez y la más pequeña en el término de El Puerto, donde se ubica la casa. Viña La Felipona, comprada en 1706 por un comerciante italiano, Francisco Philippo. Viña La Espartera, también fue conocida durante un tiempo por la viña del cura Morales.
Viña La Casa Pintada, se le conocía de esa forma para localizar las pequeñas viñas que se encontraban a su alrededor. Viña Araníbar, es una de las casas viñas más antiguas de El Puerto, comprada en 1660. Viña La Tula, fue Crisanto Winthuyssen quien formó esta viña en 1752 y posteriormente vendida en 1820. Viña Campbell, fue uno de los pocos empresarios británicos que poseyó viñas en el término municipal de El Puerto en el siglo XIX. Viña Ntra. Sra. del Carmen, esta tierra se dedicó en sus orígenes al cultivo del cereal y en 1843 se levantó la casa y se plantó el primer viñedo. Viña María Dolores, se trata de uno de los casos en los que unos modestos arrendatarios de tierras se convirtieron en viticultores de su propia finca.
Y por último, la Viña Belludo Bajo, entre los ciudadanos del lugar se cuenta la leyenda que el nombre de Belludo se debe a que uno de los antiguos propietarios tenía mucho vello.