La Generalitat retoma la actividad sin aclarar qué hará si el Constitucional veta la consulta
Junqueras dice que no hay plan B al referéndum y cierra la puerta a una lista con Convergencia en las plebiscitarias si Mas aplaza la votación
Actualizado: GuardarLa Generalitat dio ayer el pistoletazo de salida al año político más decisivo en décadas para Cataluña, el curso del referéndum catalán del 9 de noviembre, sin aclarar qué hará cuando el Tribunal Constitucional suspenda la consulta soberanista.
Después de un verano muy cargado en lo político, en el que se han barajado diferentes escenarios que van desde el aplazamiento de la consulta hasta la convocatoria de unas elecciones plebiscitarias en las que CDC y Esquerra irían de la mano, el Gobierno catalán lanzó una llamada general a los dirigentes de CiU y a los de Esquerra para que acaben con las especulaciones en torno al proceso catalán, porque pueden debilitarlo. No obstante, a la vez abonó el terreno para que sigan las quinielas al no despejar la gran incógnita de si Mas sacará o no las urnas a la calle el 9 de noviembre tras el veto del Constitucional.
Aunque el portavoz del Ejecutivo catalán y consejero de Presidencia, Francesc Homs, afirmó que «se ha acabado el tiempo de las especulaciones y comienza el tiempo de las decisiones», no avanzó cuáles serán esas determinaciones, que llegarán en cascada a partir del próximo lunes y que, a corto plazo y según la agenda prevista, serán la aprobación de la ley de consultas y la firma del decreto de convocatoria del referéndum. Eso sí, el Ejecutivo autonómico se comprometió a que las decisiones se basarán en los acuerdos adoptados entre las fuerzas que impulsan el referéndum (CiU, ERC, ICV y CUP), lo que supone un nuevo espaldarazo de la Generalitat a la hoja de ruta independentista y un nuevo compromiso inequívoco con la votación del 9 de noviembre. Pero sin ir más allá. «Se acabará votando», dijo Homs. La frase no es nueva y tampoco aclara demasiado, porque se puede votar tanto en un referéndum ilegal como en unas elecciones autonómicas anticipadas.
Advertencia republicana
La Generalitat, en cualquier caso, trató de lanzar un mensaje de apuesta decidida por el proceso, horas después de que el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, le lanzara una dura advertencia y le avisara de que no aceptará ningún plan B que sustituya al referéndum de noviembre. ERC no quiere sucedáneos, igual que ICV, CUP y la Asamblea Nacional Catalana, que presionan a Mas para que ignore la suspensión del Constitucional y celebre la consulta por las bravas, haya o no amparo legal.
«Los acuerdos se firman para cumplirlos, nadie romperá el consenso», dijo Junqueras, que, además, y para despejar las especulaciones, señaló que si Mas se echa atrás no volverá a pactar con Convergencia i Unió, lo que enterraría la posibilidad de que Convergencia (Unió ya se habría desmarcado) y Esquerra concurran juntas a las plebisictarias con el compromiso de aprobar una declaración unilateral de independencia. Desde Unió, no obstante, le han recordado a lo largo del último mes a Junqueras que el pacto de estabilidad acordado entre CiU y ERC se comprometía a celebrar la consulta en 2014 de acuerdo con el marco legal, con la excepción de que el «contexto socioeconómico y político requiriera una prórroga». Este es uno de los supuestos al que Mas podría intentar agarrarse en caso de un aplazamiento para mantener el apoyo de los republicanos.
El inicio del curso en Cataluña sirvió además a la Generalitat para enviar un mensaje al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que el lunes, desde Santiago, cerró de manera definitiva las puertas al referéndum, que calificó de «disparate». Lo que es «absurdo» y «un error» es poner trabas a la voluntad democrática de un pueblo, expresó el consejero catalán de la Presidencia. «El ejercicio de la democracia no es ni un desafío ni un acto de ilegalidad, sino una oportunidad para todos», añadió.
El portavoz de la Generalitat comenzó fuerte la temporada y arremetió incluso contra la canciller alemana, Angela Merkel, que anteayer apoyó a Rajoy en su negativa a la consulta. La líder del país con más peso en la Unión Europea aseguró que el jefe del Ejecutivo actúa con lógica frente al desafío soberanismo. «No le hemos oído criticar nunca lo que pasa en Escocia», criticó Homs. Según el dirigente catalán, la diferencia de planteamientos de Merkel se basa en las actitudes divergentes del gobierno británico y del gobierno español: a su juicio, Londres va a permitir a los escoceses votar sobre su futuro, mientras que el Ejecutivo de Rajoy niega la misma expresión democrática a los catalanes.