Los mercados festejan las promesas de Draghi
La disposición del BCE a aplicar más medidas de estímulo relanza el Ibex-35 a su máximo mensual y deja el bono a diez años en mínimos
Actualizado: GuardarLos mercados europeos festejaron ayer las promesas que Mario Draghi había lanzado días antes, durante su discurso en la reunión anual de banqueros de Jackson Hole. El presidente del BCE, que acudía a la cita en calidad de invitado, transmitió un mensaje de decidida apuesta por la aplicación de medidas de estímulo para impulsar el crecimiento de la eurozona. Las principales Bolsas europeas saludaron sus palabras con alzas generalizadas. En España, el Ibex-35 llegaba a su máximo mensual (al borde de los 10.700 puntos), mientras que en el mercado de deuda el bono español a diez años tocaba suelo (2,26% de interés) y la prima caía de golpe 9 puntos básicos, hasta los 131.
Una vez más se ha demostrado que los inversores son extremadamente sensibles a las ondas que llegan desde los principales puntos de decisión en política monetaria. En este sentido, las palabras de Draghi siempre obran (para bien o para mal) su efecto. Pasó hace dos años, en aquel inquietante mes de julio, cuando prometió hacer «todo lo que fuera necesario (y créanme, será suficiente)» para salvaguardar el futuro del euro.
El discurso en Jackson Hole no estuvo envuelto de tanta carga dramática (las circunstancias son otras), pero sirvió para tranquilizar a los mercados. Draghi se mostró «confiado» en que las medidas de estímulo monetario anunciadas en junio (la reducción de tipos de interés, la tasa negativa a los depósitos que los bancos guardan en el BCE, o las multimillonarias inyecciones de liquidez anunciadas para septiembre y diciembre de este año) «ofrecerán el planeado impulso a la demanda». Además, recalcó que la institución está «preparada» para medidas adicionales. Sus palabras fueron posteriores a las de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, quien aseguró por su parte que la esperada subida de tipos de interés en Estados Unidos podría llegar antes de lo que se espera.
Todo ello sucedió el viernes -en el caso de Draghi, a última hora del día-, así que había cierta expectación acerca de cómo iban a tomarse los mercados estos mensajes. La dimisión en bloque del Gobierno francés, o los malos datos del Ifo alemán (que mide la confianza empresarial) quedaron relegados a la categoría de anécdotas, puesto que los principales parqués europeos cerraron en positivo. Prácticamente todos abrieron con ganancias, e incluso fueron mejorando su comportamiento a medida que avanzaba la jornada.
El Ibex-35 comenzaba con subidas del 1% y, aunque a media mañana ralentizó su avance, el buen arranque de Wall Street -impulsado por la mejora de la actividad económica anunciada por la FED de Chicago- le hizo recobrar impulso. Finalmente, el selectivo español se anotó una subida del 1,81% para quedarse a las puertas de los 10.700 puntos 10.690). Se trata del mayor avance desde el pasado 24 de julio, y el nivel máximo que el selectivo español alcanza en lo que va de mes. «Ha resultado clave el empuje del sector bancario, que podría estar descontando un programa de compra de titulizaciones por parte del Banco Central Europeo», valora Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank.
El BBVA, con un avance del 2,71%, el Banco Santander (2,49%) y Bankia (2,15%) figuraron entre los valores más destacados del Ibex-35. Sin embargo, el ranking de cotizadas lo encabezó Abengoa, que el viernes sufría el segundo mayor castigo del selectivo, y que ayer creció un 4,19%, seguido de Indra, con un avance del 3,05%. Repsol se anotaba una subida del 1,59%, Telefónica un 1,35%, e Iberdrola e Inditex se revalorizaban un 1,17% cada una. Ninguna compañía del Ibex-35 cerró en rojo.
En cuanto al resto de grandes Bolsas europeas, el Ftrse de Milán fue el más beneficiado de la jornada, con un 2,30%, seguido del Cac 40 francés, que se mostró inmune a las turbulencias políticas que ayer se desataron en el país. El Dax alemán se anotaba un 1,83%, mientras que el PSI-20 de Lisboa crecía un 1,08%.
Caen los bonos
La distensión de los mercados tuvo también fiel reflejo en el mercado de deuda. Las rentabilidades del bono a diez años de prácticamente todos los países cayeron significativamente. El interés del español (que partía de un 2,38%) se situó en el 2,26%, el más bajo nunca registrado. Los inversores siguen apostando -y es una tendencia con visos de seguir durante un buen tiempo- por los valores refugio, primando la seguridad sobre la rentabilidad. Como consecuencia de ello, la prima de riesgo -el diferencial frente al bono a diez años alemán- también experimentó una importante caída: nueve puntos básicos, desde los 140 con los que arrancó la jornada, a los 131.
Sin embargo, este indicador no ha llegado a tocar suelo, puesto que el pasado día 9 de junio acabó instalado en los 121 puntos básicos. La razón es que el 'bund' alemán también ha visto cómo su rentabilidad descendía en las últimas jornadas. Ayer lo hizo desde el 0,98% hasta el 0,95%. Por su parte, el bono italiano retrocedió del 2,47% al 2,57% (con la prima de riesgo en los 152 puntos básicos), mientras que el portugués caía del 3,27% al 3,04%.
En cuanto al mercado de divisas, el Banco Central Europeo fijó el cambio oficial del euro en 1,3200 dólares.