Sociedad

Europa comienza a desplegar Galileo, un sistema independiente del GPS de EE UU

PARÍS. Actualizado: Guardar
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Europa lanzó ayer al espacio dos satélites operacionales para su sistema propio de navegación Galileo independiente del GPS controlado por Estados Unidos, según anunció la Agencia Espacial Europea (ESA). Un cohete ruso Soyuz lanzado desde la Guayana francesa estaba encargado de poner en órbita los dos satélites destinados a formar parte de una red de 30 satélites en total, que quedará desplegada y en pleno funcionamiento antes del final de la década, aunque parte del mismo comenzará a funcionar en 2015. Los dos satélites operacionales se sumaron a otros cuatro de prueba lanzados en 2011 y 2012, que habían permitido ensayar el sistema antes de esta fase de despliegue.

Una decena de minutos después del lanzamiento, la tercera fase del cohete Soyuz se separó de su módulo superior Fregat, que a su vez encendió sus motores para dirigirse a la órbita estacionaria donde desplegará los dos satélites. Como lo hace actualmente el GPS que utilizan conductores en todo el mundo, Galileo permitirá a los usuarios en Tierra orientarse con precisión calculando en cada instante la distancia exacta entre un punto determinado y tres de los satélites del dispositivo.

Impacto millonario

Los 30 satélites de Galileo sincronizarán además un reloj atómico con una precisión de un segundo por cada 3 millones de años, sin la cual su tarea no sería posible. «Con el GPS, se puede localizar un tren, con Galileo se puede saber en qué andén se encuentra», dijo Jean-Yves Le Gall, presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES). Los europeos esperan que su impacto económico represente para Europa 90.000 millones de euros en los próximos 20 años.

Galileo ofrecerá cuatro tipos de servicios: uno abierto y gratuito, otro para prestaciones más específicas y precisas, mientras que un tercero estará dedicado a la investigación científica y los servicios de socorro para las emergencias. El cuarto uso será estratégico, reservado a servicios públicos de los gobiernos, incluyendo la utilización militar. El programa europeo fue iniciado en 1999, con la idea de poner fin al monopolio norteamericano de satélites de navegación. Desde entonces, Galileo ha sido objeto de un debate entre los países que lo impulsan y los europeos atlantistas, encabezados por Gran Bretaña, que buscaron torpedear la iniciativa y consideran que Europa podía contentarse con recurrir al GPS suministrado por el aliado norteamericano.