Triste comienzo
Actualizado: GuardarA la entrada de la plaza fuimos recibidos con pitos, por los antitaurinos. No están de acuerdo con el sufrimiento al que es sometido el toro, único animal que se crece al castigo. Si desaparecieran las corridas de toros, a este animal lo veríamos solamente en los zoos, con el riesgo de que llegara a extinguirse. Exponer más argumentos en su defensa sería inútil, por lo que entraré en lo que fue una tarde triste, la del pasado domingo en Vista Alegre. Ya al entrar y ver el escasísimo público que había, resultaba triste. Los toros de Fuente Ymbro, fueron peligrosísimos y al primero de la tarde, el diestro Manuel Escribano, tras darle unas medio verónicas de primor, le puso tres pares de banderillas, la tercera junto a la barrera, sin escapatoria y al quiebro. Luego con la muleta hizo una gran faena, matando de una estocada hasta el puño y fue premiado con unos leves aplausos que recibió en los medios, y uno se pregunta: ¿Qué hay que hacerle a un toro, para que te den una oreja? Fue increíble, y triste. Hubo emoción, mucho peligro, en una plaza que va perdiendo voces, donde el silencio sería la tónica dominante, y que en conjunto resultaría una tarde triste.